MINNEAPOLIS, MN
Un acto visto ya por muchos en el pasado, un concierto que no es nuevo en Minnesota pero que a decir verdad, causó gran expectación dentro de la comunidad rockera local. La razón: mas de 20 años sin ver a estos “muchachos” juntos. La banda angelina Guns and Roses decidió no hace mucho el limar asperezas y establecer una nueva gira, que les reivindicara como los máximos exponentes del rock comercial (aun existente) y como una de las bandas de mas influencia entre la multitud adulta de hoy día. Tanto Duff Mackahan, como Slash y como el mismo Axl Rose, se vistieron de antaño y ayudaron a miles a dar un paso hacía la memoria a través de sus canciones.
La producción
Guns and Roses fue por muy pocos años una banda de bares rudos donde buscar peligro, y aunque mucho ha cambiado para ellos, la esencia de estos chicos sigue viva, con ayuda de la tecnología crearon un set espectacular que de lado a lado iluminaba el escenario del US Bank Stadium, estupendas animaciones con motivo de los temas en turno daban el marco perfecto para la actuación de estos músicos quienes con la ayuda de las cámaras y sus acercamientos zoom harían sentirse muy de cerca de cada uno de los que componían la multitud Minneapolitana.
La banda
Fue bueno ver a estos muchachos juntos una vez mas, y aunque uno no sabe que es lo que hay o pasa tras bambalinas, es definitivamente obvio que estos profesionales de la música han logrado establecer una fuerza común, un éxito que les mantiene juntos. El impacto de Slash en esta banda es innegable, Guns and Roses no lo puede ser sin el look y la calidad en la guitarra de este misterioso personaje, quien se apoyo de otro gran guitarrista (tal vez musicalmente mas limpio) brillo y lo dio todo en sus oportunidades ante los reflectores. Duff McKagan, el pegamento de la banda es un distintivo y su gran altura le hace un indispensable en el set musical, la amplitud en el escenario y en los coros de la banda. Y que decir del legendario Axl Rose, el bendecido en voz quien hizo gala de sus dotes y posibilidades al canto, desde los suave hasta lo mas alto y bajo nos hizo pensar que ni un minuto había pasado desde que nos logró impactar con los mismos sonidos décadas atrás. Apoyados por tres músicos mas, la banda sonó como siempre y toco como nunca.
Las canciones
Buen comienzo obligaba a recordar el disco uno de la banda, el original Appetite for Destruction con temas como “It’s so easy” y “Mr. Brownstone”, la banda inmediatamente prendió a su público. Después canciones como “Stranged”, “Live and Let Die”, “Welcome to the jungle” hicieron sentir al asistente como en casa, o como en la casa de sus padres años atrás. Mas tarde, entre enfoque a los solos de Slash y un tema por McKagan, vinieron “You could be mine” , “Civil War” y “Rocket Queen” cuales prendieron totalmente a la fanaticada.
Pink Floyd, Bob Dylan, Paul McCartney, ACDC, Soundgarden y otras importantes bandas se hicieron presentes en el set a través de covers al estilo Guns.
Ya en ambiente y con el público en la mano, la banda entro en las clásicas “I used to love her” y “Patience”, “Sweet Child of Mine”, “November Rain” y mas éxitos de la banda se escucharon para después agradecer y regresar con un encoré de cuatro canciones que incluían la siempre esperada y final de la noche “Paradise City” 
Valió la pena la espera, ver a tal vez a la ultima banda exponente del auténtico rock americano y su set de tres horas de concerto llanos de hits y memorias.
Escuchar y deleitarse con el paseo de los dedos de Slash a través de las cuerdas, sentir la vibración de sus riffs. Valió la pena la espera para conocer el poder y la variación de una voz tan auténtica como la del mismo Rose, y deleitarse con el poder de una banda que no tiene comparación en la escena musical moderna. Guns and Roses lo hizo bien, aunque todos sabíamos que así lo haría.
Enhorabuena para la comunidad Latina Minnesotana que gusta y se hizo presente en este gran concierto de Guns and Roses en el USBank Stadium.
