MINNEAPOLIS, MN
Se trataba de un viernes negro, que, como siempre, se esperaba convocara a las masas a asistir a sus tiendas de preferencia y adquirir los productos que siempre han deseado. Y si no era así, entonces desearían alguna otra cosa, o bien sus ojos se detendrían en ese otro producto que les haría sentirse bien, ya sea consigo mismos, o bien con quienes en ese momento podrían aparecer en sus mentes como receptores del “regalo perfecto” en estas fechas decembrinas que se aproximan. Los precios, estaban para eso.
Sin embargo, en muchos recuentos del pasado Viernes Negro, se cuestiona si éste continua siendo un buen evento para los negocios.
Acaso para la mayoría no lo sea. La competencia con ofertas en línea y con las grandes tiendas que abren sus puertas estos tiempos el mismo día de Acción de Gracias, pareciera actuar en detrimento del número de compradores. Pero la cadena de tiendas Target parece haber dado una lección este viernes. Y es que pese a haber abierto sus puertas el jueves, introdujeron una oferta que pocos se atrevieron a rechazar: un oso de peluche, amarillo con café, estaba disponible para todos los clientes que acudieron en persona a las tiendas.
Ese día, la cadena con base en Minnesota reportó que las mayores ventas tuvieron lugar entre artículos electrónicos, y en particular iPads y consolas de juego (y en particular Nintendo y Wii U), tanto entre quienes acudieron físicamente, como entre quienes realizaron sus compras en línea. Legos y Barbie se consolidaron como unas de las compras clásicas que mayor número de ventas observaron, así como los juguetes y figurines de La Guerra de las Galaxias.
Pero el primer lugar en ventas se la llevó el oso relleno de casi un metro de altura, que se encontraba disponible sólo en tiendas, y tan sólo para el día de Viernes Negro. La foto del mismo se encontraba en los promocionales de la tienda, entre los productos que se ofrecían, dentro del catálogo de las ofertas del día. Una foto que no pasó desapercibida para miles, y quienes causaron revuelo en las tiendas, llamando la atención de quienes no lo habrían visto.
Entre las tiendas que reportaron haber vendido todo el lote de osos en sus haberes, destaca la ubicada en Minnetonka, donde los compradores llegaron con la información a mano, y buscaron furtiva y desesperadamente un de los osos, de tal suerte que apenas 15 minutos luego de haber abierto sus puertas, los osos había prácticamente desaparecido.
Con esto, el Viernes Negro adquiere una nueva dimensión. Por un lado, se trata de un evento que no es más concentrado en un solo día, y que se extiende acaso por tres o cuatro, convocando a la capacidad de resistencia de los compradores, y de los vendedores. Por el otro, es una competencia abierta por los mercados ahora abiertos a mayor accesibilidad al ofertarse productos en línea, y ante tiendas que toman ventaja al alargar el viernes iniciándolo el mismo jueves.
Acaso nuevas estrategias como esta emergerán en el futuro cercano de forma generalizada. Entretanto, muchos pusieron su atención a promover un evento similar, el sábado, a fin de apoyar a los negocios pequeños locales, al tiempo que los grandes negocios, especialmente los que venden en línea, preparan el lunes cibernético. Muchos pretextos inducidos para comprar, que buscan “revitalizar” la economía, y que sin duda genera ansiedad entre la población por gastar.
