MINNEAPOLIS, MN
El asesinato de Philando Castile a manos de un policía y otros afroamericanos sigue desatando indignación a lo largo y ancho del país.
Por esta razón, la legislatura de Minnesota aprobó recientemente un plan de largo alcance para entrenar a los oficiales de policía sobre como responder y frenar la escalada de violencia (de-escalation).
El Departamento de Justicia define “de-escalation” como “la estrategia de frenar un incidente de forma que le de al oficial más tiempo, distancia, espacio y flexibilidad táctica durante situaciones dinámicas en las calles.”
Recientemente los oficiales de policía se han visto involucrados en una serie de tiroteos, donde los muertos han sido afroamericanos. Estos acontecimientos han desatado protestas que por lo general escalan rápidamente en violencia.
Pero muchos de los encuentros policiacos se desatan cuando acuden a llamadas por violencia doméstica o enfermedades mentales.
Con la intención de enseñarles a los oficiales técnicas sobre como frenar la escalada de violencia, la Junta de Normas y Entrenamiento para la Policía en Minnesota, se ha embarcado en la tarea de entrenar a cada uno de los casi 11 mil policías que hay en el estado.
Para cumplir con este objetivo, la legislatura ha designado un presupuesto de 6 millones de dólares para entrenar a los oficiales, el cual comenzara en el 2018. Tomará de cuatro a cinco años entrenar a miles de oficiales en los 800 departamentos e incluirá como responder en crisis, manejo de conflicto y diversidad cultural.
El entrenamiento que les enseña a los oficiales técnicas para desactivar encuentros estresantes con personas que no están portando armas, está siendo adoptado por los jefes de policía en muchas ciudades de Estados Unidos para prevenir miles de tiroteos fatales cada año.
En los últimos tiempos, ha habido un constante enfoque en tiroteos en los que se han visto involucrados oficiales y hay prueba en dramáticos videos de protestas y persecuciones. Tan solo el año pasado hubo 991 muertes durante enfrentamientos entre policías y civiles.
Pero en el 40 por ciento de los casos, la victima no portaba ninguna arma.
Aunque algunos departamentos de policía a nivel nacional han adoptado programas similares, este esfuerzo de implementar el entrenamiento para frenar la escalada de violencia será implementado en una escala más amplia, potencialmente alcanzando a miles de oficiales en el país.
