SAINT PAUL, MN
Si por la mañana tuviste la oportunidad de escuchar el programa de Kerri Miller en la Radio Pública de Minnesota (MPR), habrás acaso escuchado las presentaciones de los doctores J. Andrew Bird (profesor de la Universidad de Texas en el Sur), y Rohit Divekar (del Departamento de Alergias en la Clínica Mayo).
En un principio, ambos galenos presentaron en forma clara y concisa la serie de nuevas recomendaciones de la Academia Americana de Asma, Alergia e Inmunología, hechas a principios el presente año, invitando a los padres de chicos con alergias a ofrecer aquellos alimentos como los huevos y cacahuates, a los bebés de 4 a 6 meses de edad, como parte de un esfuerzo para prevenir alergias que puedan manifestarse en la parte temprana de la infancia y niñez.
El tema es relevante, pues muchos de nosotros podremos contar con algún miembro de nuestra familia que sufre de alguna alergia, o bien compañeros de clase de nuestros hijos que sufren de diversos trastornos. Algunos de ellos cargando consigo sus epi-pens para responder prontamente a cualquier ataque intempestivo de alguna alergia.
Y por ello estos nuevos lineamientos causaron sorpresa entre muchos radio escuchas. Algunos de ellos llamaron declarándose alérgicos, y sin siquiera pensar que sus hijos, acaso con muy alto riesgo de haber heredado dicha condición, puedan ser alimentados con cacahuates o huevos a tan temprana edad. Algunos incluso expresaron haber intentado revertir sus alergias consumiendo mínimas cantidades de dichos alimentos, con resultados desastrosos.
Los médicos entonces, especialistas en el ramo, señalaban que debería ser en formas un tanto diluida; es decir con el cacahuate en forma de puré o bien con el huevo revuelto a fin de evitar el contacto directo con la yema en forma cruda o frita.
Evidencias documentan que el número de personas alérgicas al cacahuate se ha cuadruplicado en casi 4 veces, por lo que se han desarrollado diversos estudios a fin de encontrar formas de revertir dicha tendencia. Entre ellos destaca un estudio desarrollado en Londres, que incluyó individuos que toleraban cacahuates y quienes no lo toleraban, en un estudio bien diseñado y conducido, en opinión del Dr. Bird. A todos los participantes, pequeños, se les alimentaba con cacahuate a fin de identificar si ello podría prevenir síntomas de alergia en un futuro.
Las alergias, sin embargo, son muchas ocasiones confundidas al ser síntomas de otras enfermedades de carácter genético, que deberían ser tratadas en forma apropiada, no tan sólo como alergias a alimentos. Se trata de enfermedades ectópicas, como la dermatitis ectópica, la rinitis alérgica. Así que es importante identificar si los problemas que los pacientes presentan son reacciones alérgicas a ciertos alimentos, o bien de intolerancia, que no necesariamente se basan en reacciones inmunológicas. También la aversión a ciertos alimentos, especialmente luego de dejar de consumirlos por largo tiempo, puede ser confundida como alergia a ellos.
Testimonios de los escuchas expresaron desacuerdo con los médicos, quienes son también investigadores, poniendo en evidencia la disociación entre el conocimiento popular y el desarrollo médico. Incluso cuando una persona llamó para presentarse a sí mismo como un caso en el que su intolerancia al gluten había sido “científicamente” probada, los médicos respondieron con escepticismo, señalando que no hay tal prueba en el mundo médico.
En general, lo más importante sería solicitar al doctor que uno consulta (tanto en el plano individual como para nuestros hijos) que se determine de forma precisa la causa de los síntomas que nos lleven a visitarles, y en particular si tenemos sospechas de que se pueda tratar de alergias a alimentos. Un caso serio que si no se detecta apropiadamente, puede significar más serios problemas. Evitémoslos. Informémonos, y preguntemos a los proveedores de servicios de salud para conocer la mejor forma de manejar dichas condiciones, si se presentan.
