Eden Prairie, MN. Por Karla Rentería
Andrew Puzder, nominado directamente por el presidente Donald Trump para ocupar la Secretaría del Trabajo pidió ayer al senado y al mismo presidente , que dejen de considerarlo para el puesto.
Se cree que las razones para que el presidente ejecutivo de los restaurantes CKE, en el que se incluyen Carl’s Jr., Hardee’s, Green Burrito y Red Burrito declinara, fue su admisión de que había empleado a una inmigrante indocumentada como trabajadora doméstica que no tenía permiso para trabajar.
“Mi esposa y yo empleamos a una trabajadora doméstica por cinco años, pero yo no sabia que no tenía permiso para trabajar en el país, cuando nos dimos cuenta de la situación, pusimos fin a su contrato inmediatamente y le ofrecimos ayuda para legalizar su situación,” dijo Puzder.
Su nombramiento también se vio ensombrecido por una acusación de abuso doméstico hecha por su primera esposa, Lisa Fierstein.
Sobre su nominación, el empresario dijo en su cuenta de Twitter que “si bien no estaré trabajando en el gabinete, apoyo completamente al presidente y a su equipo. He sido honrado al ser considerado para dirigir el Departamento de Trabajo y encaminar a los trabajadores y negocios rumbo a una prosperidad sostenible,” sin embargo, rechazó la oferta.
El presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo, Richard L. Trumka se ha referido a él como “un hombre cuyo historial empresarial se define por su lucha contra los trabajadores.” Puzder se ha opuesto abiertamente al aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora.
De acuerdo a los pronósticos, el presidente de la cadena de restaurantes tenía pocas posibilidades de llegar a puesto, ya que no tenía el apoyo de los demócratas o de algunos republicanos en el Senado, por lo que su votación hubiera terminado en contra de su ratificación.
A la declinación de Puzder, se suma la renuncia del asesor de Seguridad Nacional del país, Michael Flynn quien dejo su cargo hace tres días tras acusaciones de que el funcionario había mentido sobre sus contactos con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergey Kislyak.
En su carta de renuncia Flynn asegura que como Consejero Nacional de Seguridad “hice muchas llamadas telefónicas con contrapartes, ministros y embajadores extranjeros para facilitar la transición y comenzar a construir relaciones necesarias entre el presidente, sus asesores y dirigentes extranjeros.”
