SAINT PAUL, MN
Los Timberwolves de Ricky Rubio acariciaron hoy en Cleveland la victoria ante los Cavaliers, a los que ya habían derrotado el domingo en Minnesota, pero perdieron por un ajustado 100-98 en un partido en el que los de Minnesota sufrieron otro día más la ausencia de su hombre alto, Karl Anthony Towns (KAT).
El gran beneficiado de la ausencia de KAT, que sigue de baja tras contraer la covid-19, fue el pívot de los Cavaliers, Jarret Allen, que terminó la noche con un doble-doble de 23 puntos y 18 rebotes además de castigar a los Wolves con 5 tapones. El máximo anotador del partido fue su compañero Collin Sexton, con 26 puntos.
Mientras, en los Wolves, los más efectivos fueron una vez más el base D’Angelo Russell, con 18 puntos, y el alero Anthony Edwards, con 13 puntos. Rubio terminó el encuentro con 2 puntos, 4 asistencias y 5 rebotes.
La actuación de Allen hizo que los de Cleveland prácticamente no notasen la ausencia de su pívot titular, Andre Drummond, de baja por problemas en la espalda. Y cuando Allen no estuvo en la pista, su sustituto, JaVale McGee, se encargó de atemorizar a los tiradores de los de Minnesota con su 2,13 metros de altura.
Desde los primeros instantes del partido, Allen quiso dejar claro que las cualidades atléticas de nombres como Anthony Edwards, la joven estrella en formación de los Wolves, o Josh Okogie no iban a ser suficientes para dominar los aros.
En el primer ataque de los Wolves, Okogie intentó un mate ante Allen, quien con contundencia negó al alero de Minnesota la canasta. La negación de Allen ante Okogie fue como un desafío hacia los jugadores de Minnesota, que, en varias ocasiones durante el partido, parecía que se esforzaban en concluir las jugadas con mate para intentar resarcirse de los tapones recibidos.
El resultado fue que los Cavaliers castigaron a los de Minnesota con 12 tapones mientras que los Wolves sólo fueron capaces de imponer uno a sus contrincantes.
El partido se inició con paridad. En los primeros 12 minutos los dos equipos se repartieron la delantera en el marcador y, aunque los Cavs se llegaron a adelantar a 7 puntos de distancia, los de Minnesota pudieron empatar el partido 29-29 al final del primer cuarto gracias al revulsivo que fue la entrada de Rubio a falta de 4 minutos para la conclusión.
Fue en el segundo cuarto cuando los de Minnesota más echaron de menos a KAT y su dominio bajo los tableros. Y cuando los pívot de Cleveland más castigaron la moral de los jugadores de Minnesota. Los Cavs impartieron cinco tapones y la confianza de los tiradores de Minnesota se esfumó con dos bloqueos seguidos de McGee.
Hasta ese momento, los Cavs estaban 2 puntos por delante de los Wolves (36-34). Pero pronto la diferencia se amplió a 7 (45-38) y tras dos tapones más, de Isaac Okoro y Allen, el segundo cuarto concluyó con un 52-44 en el marcador. En esos 12 minutos, los tiradores de los Wolves sólo pudieron hacer 15 puntos.
Tras el descanso, los Wolves salieron con una mayor intensidad defensiva, lo que permitió que los Cavs sólo consiguieron anotar 24 puntos durante el tercer cuarto, uno más que los conseguidos por los Wolves. Con un 76-67, los Wolves podían todavía soñar con la victoria.
Los primeros 3.30 minutos del último periodo confirmaron que los Wolves podían ganar su segundo partido consecutivo contra los Cavaliers: los de Minnesota consiguieron un parcial de 0-11 y se pusieron por delante en el marcador (77-78) por primera vez desde los inicios del primer cuarto.
Pero el esfuerzo final, especialmente de Russell que tras encestar sólo un triple de 7 intentos, en el último minuto anotó dos triples consecutivos, fue inútil. Los Wolves siguen en el último lugar de la Conferencia Oeste, con 16 derrotas y solo 5 victorias.
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