Minneapolis College es conocido por crear un entorno de aprendizaje lleno de energía y oportunidades. Durante los tiros de la pandemia COVID-19, los pasillos del Colegio estaban prácticamente vacíos. Los estudiantes, sin embargo, estaban completamente comprometidos con sus clases, instructores y compañeros en el aprendizaje en línea, esforzándose por alcanzar sus metas de formas nuevas e innovadoras.
Es posible que algunos de estos objetivos se hayan interrumpido si no hubiera sido por los fondos de emergencia ofrecidos a través de Minneapolis College.
Disponible a través del Higher Education Emergency Relief III (HEERF III) y autorizado por el American Rescue Plan (ARP), el financiamiento de emergencia se creó para ayudar a los estudiantes a evitar la crisis resultante de la pandemia COVID-19.
“La pandemia se ha sentido en toda nuestra comunidad y en el mundo. Como resultado, los estudiantes experimentaron un cambio negativo en su estabilidad financiera ”, dijo Jason Dorsett, director de contabilidad de Minneapolis College. “Esta es una de las razones por las que la Universidad incluyó subvenciones de emergencia en la parte de ayuda estudiantil de su Plan de Rescate Estadounidense”.
La financiación de emergencia es parte de los esfuerzos generales de la universidad para satisfacer las necesidades de sus estudiantes para que puedan alcanzar sus metas. Las subvenciones de emergencia para los costos universitarios permitieron a los estudiantes permanecer inscritos en la escuela y evitar perder impulso.
Las subvenciones ayudaron a los estudiantes a pagar costos tales como alimentos, alojamiento, matrícula, suministros para el curso, atención médica, cuidado de niños, transporte y gastos relacionados con la tecnología. Aún más innovador, las subvenciones de emergencia están disponibles para estudiantes internacionales e indocumentados que a menudo se quedan fuera de oportunidades como esta.
“El financiamiento de emergencia está alineado con la misión, la visión y los valores de la Universidad que apoyan el éxito de los estudiantes”, dijo Dorsett. “También ofrecemos oportunidades de becas, una clínica de salud en el campus, asesoramiento, referencias de vivienda, servicios de recuperación y otros servicios de apoyo”.
Según Becky Nordin, decana de estudiantes y directora de TRIO, el banco de alimentos en el campus ha experimentado un aumento del 60 por ciento en el uso desde que comenzó la pandemia y los datos estatales revelan que el 37 por ciento de los estudiantes universitarios en general han experimentado inseguridad alimentaria.
“La financiación del ARP permite a los estudiantes destinar fondos a sus necesidades básicas, como vivienda, alimentos, cuidado de niños, tecnología y servicios públicos”, dijo Nordin. El plan de ayuda estudiantil ARP de la universidad contiene fondos para subvenciones de emergencia durante el próximo semestre de primavera de 2022. Más información, incluidas las solicitudes, estará disponible a través del sitio web de la universidad a finales de febrero de 2022.
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