MINNEAPOLIS, MN
Los Ángeles Lakers, que siguen sin contar con Marc Gasol por el protocolo del coronavirus, presumieron hoy de fondo de armario y de arsenal ofensivo para derrotar a los voluntariosos Minnesota Timberwolves (137-121) de un gran Ricky Rubio (19 puntos y 12 asistencias).
LeBron James logró su segundo triple-doble consecutivo (25 puntos, 12 rebotes y 12 asistencias), pero las mejores noticias para los Lakers llegaron una noche más por la excelente aportación de sus reservas.
Como ya sucedió el lunes en su aplastante victoria sobre los Golden State Warriors (97-128), el banquillo de los angelinos funcionó a un gran nivel de la mano de Montrezl Harrell (25 puntos), Kyle Kuzma (16) y Talen Horton-Tucker (16).
Los Lakers (27-13) han ganado los tres partidos que han disputado desde el parón del All-Star y acechan ya la segunda plaza en la Conferencia Oeste de los Phoenix Suns (26-12).
Los actuales campeones de la NBA volvieron a presentar un informe de bajas de lo más cargado con los lesionados Anthony Davis, Alex Caruso y Jared Dudley además de Marc Gasol y Kostas Antetokounmpo por el protocolo del coronavirus.
El español se ha perdido los últimos cinco partidos de los Lakers y todavía no tiene fecha para regresar.
Por parte de unos muy dignos Wolves, que solo le perdieron la cara al encuentro en el último cuarto, los principales anotadores fueron Karl-Anthony Towns (29 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias) y Anthony Edwards (29 puntos y 4 rebotes).
Rubio continuó en tendencia ascendente y firmó una actuación muy destacada con 19 puntos (8 de 11 en tiros, 2 de 5 en triples), 12 asistencias, 2 rebotes y 3 robos frente a una pérdida en 28 minutos.
Su compatriota Juancho Hernangómez consiguió 5 puntos (2 de 5 en tiros, 1 de 3 en triples), 3 rebotes, una asistencia y un robo frente a 2 pérdidas en 19 minutos.
Los Wolves siguen con el peor balance de la liga (9-31).
EL GRAN INICIO DE RICKY
Rubio tomó el timón del partido desde el comienzo con un arranque espectacular.
Tenía un duelo de altura frente a Dennis Schroder, pero el español logró 9 puntos sin fallos en el tiro, 3 asistencias, 2 robos y un rebote en los primeros siete minutos (19-22 para los Wolves).
Frente a la inspiración y el aplomo de Rubio, los Lakers se mostraron muy desordenados con 6 pérdidas solo en el primer cuarto y con incontables errores y despistes en defensa.
Sin embargo, un triple de Wesley Matthews al final del primer cuarto les dio una tímida ventaja (31-30).
En los primeros instantes del segundo cuarto, el banquillo de los Lakers comenzó a carburar con Harrell y Horton-Tucker explotando las carencias de los de Minesota para defender la pintura.
Hernangómez cortaba una y otra vez de forma valiente a canasta, pero fue un triple suyo el que puso a los Wolves por delante (46-48 en el ecuador del segundo cuarto).
Con las defensas totalmente ausentes en las dos canastas (ambos equipos terminaron el partido por encima del 50 % en tiros), los Lakers hicieron un sprint de última hora para irse a la ducha con una ventaja mínima (71-70).
Tras una primera mitad en la que pareció reservar energías, James salió en el tercer cuarto dispuesto a merendarse el partido.
Pero primero tuvo que ver cómo Edwards, con dos triples consecutivos, y Jake Layman, con dos tapones y un mate al contraataque, lanzaban a los visitantes (79-84 tras cuatro minutos).
Ahí comenzó la venganza de James, que conectó dos triples prácticamente seguidos y que le regaló una asistencia al joven Damian Jones para darle la vuelta al partido (87-85 a falta de cinco minutos).
Kuzma ahondó en la herida y los Wolves empezaron a ver que, poco a poco, se les escapaba el encuentro antes del último parcial (102-94).
La primera ventaja local superior a los diez puntos llegó al poco de empezar el último cuarto, y un Harrell imperial con tres canastas seguidas de bloqueo y continuación junto a James liquidó las esperanzas de unos Wolves a los que les faltó consistencia y les sobró inexperiencia en el tramo final.
David Villafranca