MINNEAPOLIS, MN
El hombre acusado de disparar a cinco manifestantes durante las protestas que se registraron después del asesinato de Jamar Clark a manos de un policía, fue sentenciado ayer a más de 15 años de prisión.
Se habían solicitado 20 años de prisión para Allen Scarsella. El hombre de 25 años fue acusado de asalto y disturbios después de haber herido a varios hombres que asistían a una protesta de Black Lives Matter.
Luego del asesinato de Jamar Clark, varios miembros de Black Lives Matter (BLM) se reunieron a las afueras del Cuarto Precinto para manifestarse en contra de la orden del fiscal que liberaba a dos oficiales blancos, de toda responsabilidad por la muerte de Clark.
Los disparos ocurrieron el 23 de noviembre de 2015, poco más de una semana después de que muriera Clark. El acusado de disparar a los cinco manifestantes, Allen Scarsella y tres de sus amigos acudieron a la estación de policía donde acampaban miembros de BLM, teniendo una confrontación con un grupo de protestantes.
Scarsella, testificó durante su juicio que no le simpatizaban los manifestantes, que fue al sitio donde acampaban para burlarse de ellos y grabar video. Cuando los protestantes lo comenzaron a perseguir por la calle oscura esa noche, se sintió amenazado y disparó su arma en defensa propia.
Durante su juicio, el fiscal presentó evidencia de que Scarsella, quien es blanco, estuvo motivado por prejuicios raciales para dispararles a los manifestantes, quienes son negros. Durante el descargo de pruebas, el fiscal le enseñó al jurado mensajes de texto racistas que Scarsella le envió a sus amigos.
En algunos casos, se refiere a ellos como chimpancés; en otro texto menciona haberle disparado a unos “hombres negros”; en un texto que le envió a su novia desde Wal-Mart se quejaba de “gente negra apestosa” en la tienda.
Al respecto, Scarsella dijo que estaba bromeando y que los textos fueron enviados a sus amigos quienes sabían que no estaba hablando enserio.
El inculpado dijo a la corte que vivirá con las consecuencias de sus acciones por el resto de su vida, sin embargo no mostró arrepentimiento alguno o se disculpó con aquellos a los que les disparó.
“El hecho de que otros hayan salido lastimados por algo que hice, pesa en mi corazón cada día. El incidente tocó muchas vidas y todos los involucrados están peor por esa razón.”
