SAINT PAUL, MN
La iglesia Católica ha manifestado su decepción al conocer que servicios públicos en centros religiosos aun no son parte de la reapertura gradual que el estado planea para la población Minnesotana.
Después del mensaje de este miércoles donde el gobernador autorizo a establecimientos públicos como restaurantes y bares a abrir parcialmente y solamente en espacios abiertos; la iglesia católica se pregunta porque no se ha hecho una resolución a su favor, considerando que hasta ahora han hecho todo lo indicado y posible para acatar las medidas gubernamentales en favor del control y erradicación del COVID-19.
Incluso, la comunidad restaurantera, aunque agradeciendo la posibilidad, se ha manifestado inconforme con la decisión, especialmente al ser ésta de beneficio solo para un sector de los comercios, los que poseen el espacio al aire libre para hacerlo.
Pero la iglesia católica y su arquidiócesis local si ha desplegado su inconformidad y lo ha hecho a través de un elaborado mensaje en su página web y que dice entre otras cosas:
“Los obispos de Minnesota, junto con muchas personas de fe, quedaron decepcionados el 13 de mayo a partir del anuncio del gobernador Walz que iba a poner fin a la estadía en el hogar con el fin de permitir un mayor comercio pero prohibía las reuniones entre de más de diez personas.
Hemos tratado de trabajar en colaboración con la Administración Walz hasta este momento, buscando la guía del Departamento de Seguridad Pública y el Departamento de Salud Pública para ayudarnos a fortalecer nuestros protocolos específicos de seguridad basado en el plan de todo el estado. Junto con algunos colegas luteranos, hemos presentado un plan al gobernador el 8 de mayo que detalla las medidas de saneamiento que iba a tomar y propuso un límite a la ocupación limitado a 33 por ciento de capacidad. Nuestros protocolos propuestos se basan en el trabajo llevado a cabo por un grupo de expertos y teólogos médicos nacionales, el Instituto tomista, y son consistentes con las prácticas que ya se han puesto en marcha en muchas diócesis en todo Estados Unidos. Continuamos nuestra voluntad de hacer los ajustes necesarios en nuestros protocolos de seguridad después de la revisión.”
Sin embargo y a pesar de el trabajo realizado, del saber que otras arquidiócesis ya han retomado parcialmente sus actividades, la iglesia católica se pregunta el porque aun no se ha tomado la decisión de hacer en Minnesota y exigen una explicación al respecto.
“Hemos dejado claro que la obligación de un católico para asistir a la misa del domingo permanece suspendida y hemos animado uniformemente a los que corren más riesgo a quedarse en casa. No es de extrañarse, diócesis en otros estados que ya han vuelto a abrir sus iglesias para las misas públicas informan que el número de los asistentes se ha reducido significativamente. Pedimos a nuestras parroquias el seguir proporcionando ministerio de transmisión en vivo, incluso cuando las misas públicas reanuden.
Nos parece razonable, por otra parte, que las parroquias seguirán buscando oportunidades para celebraciones al aire libre.
Hemos tratado de entablar un diálogo con la Administración. Hemos enviado dos veces cartas gobernador pidiendo un diálogo, más recientemente, el pasado sábado. Aunque los funcionarios de salud pública y de seguridad pública han escuchado nuestras preocupaciones y han creado oportunidades para la entrada y la conversación, no hemos recibido una línea de tiempo concreta y ruta para reanudar el culto público que incluye una guía razonable en el tamaño de la congregación.”
