SAINT PAUL, MN
Hace unos días se dio a conocer una nueva estadística que coloca al estado de Minnesota como el que cuenta con las peores franquicias deportivas en todo el país. Desde luego que se trata de los equipos de básquetbol, de futbol americano, de béisbol. Estos dos últimos, habiendo recibido amplio apoyo por parte de los dineros públicos para la construcción de sendos estadios (muy costosos) y pese a lo cual no se ha traducido en contar con equipos competitivos.
Los Timberwolves tienen su sede en un complejo deportivo propiedad de la ciudad de Minneapolis, que por fortuna cobija a las Linces de Minnesota, único equipo profesional que ha ligado campeonatos exitosos por al menos tres años consecutivos, incluyendo dos títulos nacionales en los años 2011 y 2013.
Dentro de la historia de franquicias deportivas profesionales se encuentra la de los Lakers de los Ángeles, quienes llegaron a ser parte de ligas previas a la NBA como los Minneapolis Lakers, originariamente de Detroit, en el año 1947, ganando el campeonato de 1947-48. Al crearse la NBA, los Lakers de Minneapolis ganaron cinco campeonatos en seis años, previo a mudarse como una franquicia exitosa en 1960 a los Ángeles. En 1989 llegaron los Timberwolves a la liga, con el máximo logro de haber llegado a la final de la Conferencia Oeste en el 2004. De ahí, nada más.
Los Vikingos son famosos porque luego de más de 50 años de historia competitiva, no han sido capaces de ganar un solo súper tazón, perdiendo los cuatro a los que ha llegado. Fue en 1969 cuando los Vikingos ganaron el campeonato de la NFL, antes de que se uniera a la entonces American Football League, para dar paso a los famosos súper tazones, cuya emisión del 2018 ocurrirá en el flamante y costoso nuevo estadio.
Incluso en hockey, dentro del estado que presume ser donde este deporte nació, ha visto poco éxito desde la salida de los North Stars a Dallas en 1993, habiendo perdido las únicas dos series finales por la Copa Stanley en 1981 y 1991.
Hoy, los Mellizos no pueden recuperar el brillo con que ganaron las Series Mundiales de 1987 y 1991, con temporadas desastrosas en su palmarés, y con un hermoso estado que se encuentra cada vez más vacío en días de juegos.
En ese contexto, los dueños de Minnesota United, se reunieron con autoridades estatales a fin de explorar la posibilidad de contar con el apoyo de las arcas estatales en la construcción de un nuevo estado en lo que hoy es aún le área ocupada por el Mercado de granjeros. Con ello, los dueños buscan cumplir con traer la mejor experiencia a los aficionados del fútbol en las ciudades gemelas, y competir en la liga mayor de fútbol (MLS) de los Estados Unidos.
En la propuesta presentada, como parte de la discusión que los dueños buscan tener con el gobierno local y estatal, se presenta el compromiso por buscar fondos privados que financien la construcción de un estadio al aire libre, con pasto natural, y que quedaría abierto al público en general y a las diversas comunidades de las ciudades gemelas.
Se estima que el costo del nuevo estadio sume los $150 millones de dólares (con $30 millones destinados a la compra de los terrenos para su construcción, y $120 millones directamente a levantar la nueva estructura.
Una inversión que se presenta como atractiva a la comunidad, y que por tanto puede auto-justificarse como una buena cosa para la ciudad y el estado. Un estado, sin embargo, en el que la afición por este deporte queda muy lejos de la que existe para los otros en los que se cuenta con franquicias fallidas. Por lo tanto, cuestionable es que se pueda garantizar el éxito de este proyecto, dentro del contexto de una liga que crece, y que se consolida, pero que también busca el éxito con la venta de entradas para los aficionados que atiendan a los partidos.
¿Vale la pena que la gente, con sus recursos, apoye este nuevo experimento? Con tan pocas probabilidades de éxito, la respuesta es no. Historia y estadística deben ser tomados en cuenta antes de tomar decisiones de las que acaso la gente habrá de arrepentirse. Escepticismo es una consecuencia lógica al ver a Minnesota con tan poco éxito en los deportes profesionales.
