SAINT PAUL, MN
Difícil de creer que la mitad de las aguas que se localizan en el estado de Minnesota se encuentran contaminadas, y llevaría mucho tiempo, acaso 30 años, para poder limpiar la polución que afecta las aguas del estado. Así lo ha revelado el estudio realizado a lo largo de cinco años la Agencia de Control de Polución de Minnesota (MPCA), a fin de conocer las condiciones de las aguas en la entidad. En el resumen del estudio, se concluye que el problema de contaminación de aguas es mucho peor de lo que se había pensado.
“Esto es una clara indicación de que los problemas de nuestras aguas seguirán incrementándose,” dijo Shannon Lott-hammer, quien es la cabeza de la división de análisis ambiental de la MPCA.
Por su parte el gobernador Mark Dayton, quien hizo presencia en la conferencia de prensa en la que el estudio fue presentado, señaló que el mismo fortalece el argumento respecto a la necesidad de implementar una ley de protección de la calidad de las aguas, y que precisamente se encuentra en discusión en la legislatura. Dayton se encuentra promoviendo una ley que permita hacer obligatorio para los granjeros que siembren franjas de 50 pies de ancho con vegetación nativa y natural, entre arroyos y sus campos de siembra, a fin de limitar la filtración de fertilizantes a las corrientes acuíferas.
El reporte de la investigación resalta la atención puesta a la calidad de las aguas, con relación a la práctica de actividades diversas como la pesca y la natación. Con respecto a la natación, se puso énfasis en aspectos específicos relacionados con las aguas:
- Entre las aguas rodeadas por tierra agrícola y urbana, la mitad o menos entre los lagos cumplen del todo con los estándares mínimos para practicar la natación, debido a la presencia de fósforo, que provoca la expansión de algas dañinas en los lagos.
- Las aguas de áreas donde se practica la agricultura tiende a contar c
on altos niveles de nitrógeno, fósforo y sólidos suspendidos, contaminantes que dañan la vida acuática tanto como las oportunidades recreativas. - Los niveles de bacterias en los arroyos son también un problema, ya que estos afluentes acarrean dichas bacterias a los lagos donde suele practicarse la natación recreativa.
- Los lagos que cumplen con los estándares de calidad para nadar en ellos se encuentran en las zonas de bosques, particularmente en la región norte y norcentral del estado, así como en las aguas donde hay menores concentraciones de población.
La pesca se ve también afectada, casi por las mismas razones, incluyendo algunos estresores que dañan la vida acuática en forma significativa, generando peces enfermos y contaminados.
Por ello, es necesario, dice el estudio, imaginar medidas que ayuden a resolver los múltiples problemas observados. Un compromiso a largo plazo es lo que se requiere para proteger las aguas de Minnesota, lo que llevará entre 20 y 30 años, o acaso más, con metas intermedias a alcanzar, que servirán como motivación para alcanzar metas más ambiciosas.
“Llevó décadas para contaminar los lagos y los arroyos, y llevará muchos años el restaurar las aguas dañadas en tanto se trabaje para proteger las aguas saludables cuando surgen aguas dañadas al mismo tiempo,” se lee en el resumen del reporte de investigación.
Entre las aguas dañadas se encuentra el surgimiento de nuevos sistemas de drenaje, que debieran ser regulados, dijo John Linc Stine, comisionado del MPCA, subrayando que “la prevención es la cura más económica que podemos tener.”