SAINT PAUL, MN
Hoy es posible reconocer que hasta la década de los 1940s, el estado de Minnesota era una entidad relativamente pobre. Hoy, Minnesota se lista entre los más ricos y saludables en todo el país, al contar con el mayor número de firmas Fortune 500 per cápita, y con un ingreso per cápita por arriba del promedio nacional.
Se trata de un cambio que ha sido gradual, y que sin embargo no ha ocurrido de forma accidental, señala la vicegobernadora del estado, Tina Smith. A través de la visión de líderes que reconocieron la importancia de la educación superior, iniciativas como la iniciativa de ley GI, el programa de becas Pell, y el programa estatal de becas en los 1050s, 60s, y 70s, hicieron de la educación superior accesible para muchos, constituyendo una generación entera en el estado.
En la década de los 1980s, el gobernador Rudy Perpich declaró a Minnesota “el Estado del Poder mental”, y con toda razón. Por algún tiempo ya, Minnesota cuenta con una de las fuerzas de trabajo mejor educadas en todo el país y es el hogar de una economía diversa y en crecimiento que tiene su mayor apoyo en la agricultura, la industria de alimentos, la minería y la manufactura, finanzas y bancos y productos médicos y de investigación.
En 1987, durante su mensaje sobre el estado del Estado, Perpich llamó a la legislatura a continuar invirtiendo en educación superior. Sus palabras reconocían que “nuestras universidades en el estado se convertirán gradualmente en centros de desarrollo regional… sirviendo como catalizadores para un desarrollo a largo plazo en crecimiento económico y vitalidad.”
Según Smith, hoy el estado de Minnesota se encuentra en un cruce de caminos. Y se pregunta si continuará siendo el estado del, poder mental. “La deuda estudiantil se encuentra a niveles récord, pero la necesidad de educación superior e mayor aún. Minnesota no compite más con estados como Dakota del Sur y Wisconsin, sino ahora con Corea del Sur y otros países en el mercado global,” dijo Tina Smith.
En su comunicado, Smith señala que el estado ha tenido la fortuna de experimentar el mayor superávit en el presupuesto como no se había visto en años, por lo que comparte la idea del gobernador Mark Dayton de canalizar gran parte de dichos recursos a financiar y fortalecer la educación, a fin de renovar el compromiso que el estado tiene con una nueva generación de ciudadanos.
Entre otras cosas, Smith destaca que este año, el gobierno local ha propuesto que las cuotas estudiantiles se mantengan sin incremento, en beneficio de 300,000 estudiantes a lo largo del circuito de escuelas y universidades del estado (MnSCU) y en la Universidad de Minnesota. La propuesta que han presentado la vicegobernadora y el gobernador, incluye también una inversión significativa en un programa estatal de becas, lo que permitirá a 7,500 estudiantes recibir becas, e incrementar la ayuda financiera a 93,000 estudiantes a lo largo del estado.
Smith reconoce que las propuesta de inversión que ha presentado en coordinación con Dayton, no resolverán el problema que supone la falta de accesibilidad para muchos estudiantes, pero que sin duda colocará al estado de Minnesota en la dirección correcta. Ello sirve para subrayar que no todos los miembros de la legislatura simpatizan con esta propuesta, señalando que la propuesta del gobierno confronta el sistema estatal de educación superior y la universidad de Minnesota, ambos luchando por los mismos recursos.
Un reto que deberá resolverse positivamente, dice Smith, a fin de no dejar pasar tan valiosa oportunidad de apoyar una mayor profesionalización de la mano de obra en el estado. Con ello, Smith llama a invertir en un programa que beneficiará al estado durante los próximos 60 años.
