WILLMAR, MN
El Condado de Kandiyohi sufre ya los efectos económicos de la influenza aviar, en donde el cuidado y venta de aves de corral y sus productos y las pérdidas en ganancias por la crisis han sido muy elevadas, a lo que se suman las pérdidas en el proceso de producción y comercialización de alimentos para aves.
Si se recorre el área en automóvil, se puede notar que el tráfico de camiones es casi la mitad de lo que era la norma en el pasado reciente. Y es que hoy, las necesidades de mezcla de alimentos para aves es casi mínima, y por tanto los granjeros que a ello dedicaban la mayor parte de su tiempo, no lo requieren más. Esto es evidente en la cooperativa de alimentos, que estarían buscando colocar su producto para mantener a los más 130,000 aves que hoy están muertas, como medida preventiva luego de haberse identificado casos de fiebre aviar.
De acuerdo con información del periódico Star Tribune, en el condado de Kandiyohi se encuentran 33 de las 83 granjas de pavos que han sido afectadas por la epidemia que afecta a las aves, lo cual representa el mayor número de sitios afectados que en cualquier otro condado del estado
“He estado en este juego desde 1963, y he atestiguado muchas cosas que vienen y se van – sequías, temporadas secas, tormentas – pero un evento de animales vivos como este, es bastante catastrófico,” dijo Harvey Van Eps, gerente general de la Cooperativa Granjeros de Prinsburg.
El daño se está expandiendo y afectando a un mayor número de granjas. Los trabajadores de la industria del pavo están siendo despedidos
, o bien han visto el número de horas de trabajo reducidas. Los conductores de camiones y distribuidores de alimentos están cerrando sus negocios. Algunos comerciantes han sido afectados por la pérdida de ingresos entre los trabajadores. Todos los negocios que descansan en la buena condición de la industria del pavo, se muestran ansiosos y preocupados por un futuro incierto.
“Obviamente estamos muy preocupados, no solo sobre la saludo de la industria, sino también en los efectos dominó que tiene el asunto,” dijo Steve Renqu
ist, director ejecutivo de la comisión de desarrollo económico del Condado de Kandiyohi y de la Ciudad de Willmar. “Habrá menos ingreso disponible.”
En otra esfera, el dueño de un negocio llamado “La Fiesta”, localizado en Willmar, ha sentido el impacto desde yá. Las ventas han declinado en aproximadamente 20 por ciento, a partir del momento en el que la fiebre aviar alcanzó su punto máximo. Negocios como este, abastecen mayormente a clientes Hispanos que trabajan en las granjas y empacadoras de pavo, así como en plantas procesadoras, y a las familias de ellos. Según el Sr. Gasca, propietario de esta tienda, el ha podido observar, quienes trabajan directamente en los graneros, aquellos que han corrido con suerte, trabajan 20 a 30 horas a la semana, en tanto que otros muchos se encuentran fuera de sus posiciones, pues han sido despedidos.
En suma, el efecto de las medidas impuestas para evitar una mayor contaminación de aves con la fiebre aviar, es grande en el condado que tiene como capital la ciudad de Willmar, y puede significar un impacto económico muchísimo más grande de lo que se habría supuesto. Esto podrá traducirse en serios impactos, que acaso obligue a la gente a salir del área y buscas mejores alternativas.