POR DRA. NANCY ÁLVAREZ
¿Se debe perdonar una infidelidad? ¿Quién es el responsable? ¿Por qué una mujer recoge a un hombre después de una infidelidad? ¿Por qué el matrimonio comienza muy bien y se va desgastando con los años?
Realmente, el matrimonio no es la tumba del amor. Es la falta de comunicación e intimidad la que daña la relación en cualquier pareja.
Nadie que está feliz en una relación se va con otro. Entre dos solo cabe un tercero cuando hay “un agujero” que le permite entrar. Hay que cuidar su relación como una rosa, como dice El Principito.
Muchas mujeres dicen que eso “no se perdona”, y a los hombres les afecta mucho más. Es mucho más difícil que un hombre perdone una infidelidad que viene de su esposa. La sociedad aún no le da permiso a la mujer para ser infiel, aunque algunas lo son más que los hombres, actualmente.
Sin embargo, los terapeutas de pareja sabemos que nadie está libre de responsabilidad. Quizás una parte de la pareja tiene más que ver con el engaño, pero ambos tienen responsabilidad. Vemos la infidelidad como un síntoma de que algo anda mal en la pareja. Y hay que enfrentar esto y resolverlo. Así podrá resurgir la pareja, si de verdad superan lo que originó ese comportamiento.
Sabemos que hay personas adictas al sexo y son infieles por un comportamiento obsesivo. Existen Don Juanes que “necesitan” saltar de una persona a otra, por asuntos emocionales no resueltos. Pero hoy estamos refiriéndonos a personas “normales”, si es que existen, porque nadie es perfecto ni totalmente normal.
El hombre está diseñado para estar concentrado en una sola cosa. La mujer es multifuncional. Pero se supone que las diferencias nos hagan crecer, si las trabajamos y las enfrentamos. Si no puedes solo, busca ayuda profesional. En fin, si nos comunicamos efectivamente se evitan muchos dolores de cabeza. Si, no hay otro camino, hay que hablar. Los hombres se están muriendo porque no hablan. Los hombres tienen que aprender a hablar.
Las mujeres hablan mucho porque piensan en alto. Así organizan sus emociones. El hombre habla para resolver un problema, por eso muchas no nos sentimos escuchadas, cuando queremos comunicarnos con los hijos de Adán. Ellos nos salen con algo lógico, que trata de resolver el problema; nosotros solo queremos que nos escuchen.
Recuerda, el síntoma no es el problema. El origen es otra cosa, así como la fiebre no es la enfermedad. Hay que ir a los orígenes y resolverlos. Toda relación entre dos o más es un sistema. O sea, lo que pasa en uno afecta al otro, y viceversa. Nunca podemos afirmar que el culpable es otro, sin antes preguntarnos: ¿cómo contribuí a que esto pasara?
Vivir en pareja es muy difícil. Es la relación que más puede llenarnos y hacernos felices, o conducirnos al infierno.
El padre de la psicología, Sigmund Freud, dijo: “El que quiera entender a las mujeres, debe leer a los poetas”.
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