SAINT PAUL, MN
En una carrera que ha comenzado para alcanzar la silla presidencial de la Casa Blanca, se han visto importantes sorpresas. Algunas de ellas verdaderamente inesperadas, en tanto que otras no tanto. Así, Jeff Bush anunció recientemente que correría por la nominación republicana por el cargo, abultando el número de contendientes en ese partido. Dentro del ámbito demócrata, pareciera que Hillary Clinton cuenta con el apoyo de figuras importantes de la política, y líderes del partido, como para pensar en un camino más o menos seguro a alcanzar la candidatura por este otro partido.
Pero las cosas no paran ahí. Donald Trump, el excéntrico millonario que conduce su propio show de televisión, en el que despide a sus participantes, y eventualmente contrata al mejor de ellos en “El Aprendiz.” Y tal parece que hoy siente haber alcanzado ese grado que espera entre sus competidores en el show, al anunciar que correrá para alcanzar la presidencia del país.
“Estoy corriendo para presidente de los Estados Unidos en forma oficial, y haremos de nuestro país grande de nueva cuenta,” dijo Trump en un discurso lleno de fervor y pasión.
Al anunciar su candidatura, el empresario indicó que él desarrollaría el mejor trabajo en ese empleo, tal y como “Dios lo habría creado.”
Indicó también que cuenta con suficiente dinero, y que lo empleará para desbancar a los otros candidatos del partido republicano. Su referencia apuntaba a los otros “400” republicanos que se han expresado su interés en correr por la presidencia.
Con una bien ganada imagen de persona dura e inflexible, las críticas a su candidatura no se han hecho esperar, planteando la duda sobre quién habrá de siquiera mostrar su apoyo a la candidatura anunciada. A ello Trump responde”
“La gente está cansada de esa gente linda y amable,” a lo que el mismo Trump añade que los estadounidenses están cansado de siendo engañados por parte de otros países alrededor del mundo. Agregó que él se considera una buena persona, pero que esta elección ha de ser sobre competencia y capacidad, y no una encuesta de simpatía.
Existe la convicción, entre muchos de sus críticos, de que Trump no correrá como candidato al final del día, ya que no está interesado en revelar su fortuna, tal y como lo demanda la ley.
“Yo he dado empleo a miles de personas a lo largo de mi vida,” dio Trump, subrayando que llegará el momento en el que anuncie su fortuna en forma oficial, anticipando que su fortuna es cercana a los 9 mil millones de dólares.
Una carrera presidencial que promete, si Trump mantiene su postura y por tanto llega a ser candidato a la presidencia, podrá ser al menos divertida, pues nadie puede negar que las declaraciones del magnate suelen ser precisamente un chiste, al carecer de carisma entre los votantes.
“Tristemente, el sueño americano ha muerto, pero si resulto electo presidente [de los Estados Unidos], devolveré su grandeza al país, mucho mejor y más fuerte que nunca antes.”
El electorado tendrá la oportunidad de divertirse con la candidatura de Trump, y eventualmente gritar al unísono: “¡Eeestas Despedido!”