SAINT PAUL, MN
Como parte de uno de los más notorios escándalos ocurridos entre los cuerpos católicos en el mundo entero, la arquidiócesis de St. Paul ha vivido cambios notables, que tienen su corolario con el anuncio de que se buscará contratar Joseph Dixon III para defender a la institución en contra de nuevas acusaciones criminales que señalan no haber cumplido con proteger a los niños que sufrieron de abuso por parte d algunos sacerdotes.
Como se recordará, la misma arquidiócesis anunció encontrarse en bancarrota, lo cual fue señalado como una estrategia para evitar el tener que enfrentar las consecuencias legales de las acusaciones de las que había sido objeto. Sin embargo, esta misma acusación cobra relevancia, cuando se denotan los costos por los servicios del abogado Dixon, según se muestra en documentos de la corte.
Según expresa Dixon, “esto refleja un descuento significativo [en los cargos].” Dicha afirmación es posible leerla en una carta compromiso firmada por el mismo Dixon. El abogado es considerado como un “francotirador” legal, y ha fungido como fiscal federal adjunto, contando con buenas opiniones por parte de simpatizantes y antagonistas. Su caso más conocido fue cuando envió a prisión al estafador Tom Petters.
Esto ocurre apenas un día posterior a la renuncia del arzobispo John Nienstedt, ante lo cual, la comunidad católica del estado se encuentra a la expectativa sobre lo que ha de ocurrir de aquí en adelante. Y es que Nienstedt reunció a la arquidiócesis de Saint Paul y Minneapolis el pasado lunes, justo luego de 10 días luego de que la misma institución fuera acusada formalmente de los cargos señalados.
La busca de un nuevo representante legal ocurre como consecuencia de la renuncia de Jennifer Haselberger, quien fungía como máxima abogada de la iglesia durante el 2013, y quien señaló públicamente que las autoridades de la iglesia habrían manejado de forma incorrecta, y retrasando el reporte de, los casos de denuncia de abuso clerical.
“Creo que el cambio es aún mayor que lo que puedan ser estos dos hombres,” Dijo Haselberger. “Creo que lo que necesitamos hacer es tener fe en el liderazgo de nuestra arquidiócesis y no creo que mucha gente tenga fe en el liderazgo que existía hasta el momento.”
Entre las críticas que se enarbolaron en contra de Niendstedt, era que se trataba de un líder ortodoxo, y abierto promotor y defensor de la posición eclesiástica en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo en Minnesota.
“[Niendstedt era un obispo guerrero que enarbolada una guerra cultural,” comentó Charles Reid, profesor de leyes canónicas y civiles en la Universidad de St. Thomas.
Dentro de la propia iglesia católica hay expresiones de desagrado por el trabajo hecho por el ahora ex – arzobispo Niendstedt, acusando un claro conflicto entre la ley y el liderazgo que llegó a proponer. Por ejemplo, el Reverendo Michael Tageder, de la Iglesia Frances Cabrini en Minneapolis, señaló que el ex – líder “llegó a esta diócesis sin ninguna empatía verdadera y minimizó muchas de las cosas buenas que se estaban haciendo.”
Entre los feligreses que con mayor proporción abrazan la religión católica en el estado, se encuentra la comunidad latina. Este grupo está a la expectativa con respecto a la información que se ha entregado, a fin de tomar una posición ante el asunto. Entretanto, habrá que verdaderamente informarse.