MINNETONKA, MN
No podía quedarme sin escribir sobre lo acontecido en los últimos días: el nefasto momento en el que, en medio del lanzamiento de su candidatura presidencial, el empresario estadounidense Donald Trump, despotricó sobre una Latinoamérica unida.
Ofender de esa manera al pueblo mexicano, etiquetándolos de narcotraficantes y violadores, es un retroceso en los avances que se hacen para que los inmigrantes sean reconocidos legalmente, laboralmente y dignamente en Estados Unidos.
Creo que aquí indudablemente se aplica el dicho: “por la boca muere el pez” ya que como piezas de dominó y justo después de sus comentarios, han ido renunciando a alguna relación con el magnate de los negocios y dueño del certamen Miss USA y Miss Universo, artistas y presentadores hispanos ya contratados para darle realce al evento. Entre ellos están el cantante colombiano J Balvin, el conductor y actor Cristian De la Fuente, así como también la actriz y activista pro-inmigrantes Joselyn Sánchez, entre otros. Luego de ellos, la gran cadena hispana de Estados Unidos que iba a transmitir el evento el próximo 12 de julio, anunció la renuncia a éstos derechos y da por terminada cualquier relación con Trump.
A los que vivimos en éste país de oportunidades, las declaraciones de éste empresario nos caen como un balde de agua fría y nos llegan a conmover aún más. Sabemos que no sólo mexicanos, también centroamericanos y sudamericanos, sin contar a miembros de otros países, llegaron a estas tierras del Norte a trabajar a y enriquecer ésta región, sobre todo con los aportes económicos que regresan a nuestros países de origen y que se convierten en una inyección a la economía de los mismos, por lo tanto todo es una gran cadena que ya no puede ser ignorada.
El punto que como mujer me toca indagar es si:
¿Será éste entonces el fin de una era en que se ha utilizado a la mujer como objeto y fuente de enriquecimiento? ¿Será éste el fin de los concursos de belleza que ya deberían pasar a la historia hace mucho tiempo?
No puedo pensar en lo que pasan esas muchachas para no “perder la línea”, ser descalificadas y deshonrar así el nombre del país que representan, por favor! Particularmente el tema ya me ofende. Pienso en mejores causas en que enfocarse, problemas sociales y raciales por resolver. Pienso en la xenofobia que diariamente siembra odio y muerte.
Espero que éste acontecimiento sea un nuevo despertar, como muchos otros que están surgiendo alimentados por el fácil acceso a la información y a la comunicación.
Que ésta sea ojalá, una forma de decirle adiós a una Era vacía y superficial, para darle la bienvenida a otra en la que se promueva la cultura, la igualdad de derechos y unión entre países.
