MINNEAPOLIS, MN
Cecily Aguilar, quien fuera la novia de militar Aaron Robinson, principal sospechoso de la muerte de la soldado latina Vanessa Guillén, enfrenta 11 cargos por su presunta participación en el ocultamiento del asesinato.
De acuerdo con la acusación formulada el martes por un gran jurado y reproducida este miércoles por diversos medios, Aguilar “conspiró, se confabuló y acordó con otra persona, de forma ilegal y a sabiendas, para alterar, destruir, mutilar y ocultar de forma corrupta” las evidencias del crimen.
Guillén, que tenía 20 años al morir, estaba estacionada en la base militar Fort Hood, en Texas, cuando desapareció en abril de 2020. Su cuerpo fue hallado el 30 de junio del año pasado en una tumba poco profunda a unos 30 kilómetros de la base.
Robinson se suicidó cuando iba a ser interrogado en relación con el asesinato.
De acuerdo con un informe del Ejército divulgado el pasado 30 de abril, antes y después del asesinato de Guillén hubo “fallas sistémicas” en la cadena de mando, incluyendo ignorar el acoso que sufría la militar y permitir que el sospechoso del crimen escapara del sitio en que era vigilado, obtuviera una arma y se suicidara.
La investigación halló que Guillén, asesinada el 22 de abril del año pasado en Fort Hood, había reportado en dos ocasiones haber sido acosada sexualmente, pero sus superiores no emprendieron ninguna acción.
No obstante, el reporte señala que “no hay evidencias de que este acoso esté de alguna forma relacionado con su muerte”.
Asimismo, la investigación interna reveló que alrededor de las cinco de la tarde del 30 de junio de 2020, horas después de que fueran encontrados los restos enterrados de Guillén junto a un río, un investigador del Ejército solicitó que Robinson fuera puesto bajo estricta observación durante 24 horas.
Los investigadores querían interrogarlo después de haber arrestado a Aguilar, quien confesó haber ayudado a Robinson a enterrar los restos.
Robinson fue puesto en una sala cuya entrada estaba vigilada. Pero el guardia estaba desarmado y Robinson se quedó con su teléfono móvil, según el informe.
En una llamada con Aguilar, Robinson envió un mensaje de texto con fotos de las noticias que describían el descubrimiento de los restos de Guillén. “Cariño, han encontrado trozos”, le dijo a Aguilar.
Robinson salió corriendo de la habitación poco después de las diez de la noche, logrando evadir al guardia. Luego obtuvo un arma y se suicidó mientras era perseguido.