MINNEAPOLIS, MN
El número de pequeños empresarios hispanos creció 34 % en los últimos 10 años en Estados Unidos, pero a pesar de sus éxitos la lucha con los bancos para conseguir créditos se asemeja a la historia del huevo y la gallina, según testimonios a Efe de emprendedoras que han logrado destacar pese a los obstáculos.
“Nos niegan préstamos porque no tenemos historia de crédito, pero para tener historia hay que contraer deudas y pagarlas”, declaró la inmigrante mexicana Alison Velázquez.
“Es la eterna discusión de quién fue el primero: el huevo o la gallina”, dijo la emprendedora, que elabora las sopas Skinny Souping y las vende en supermercados como Whole Foods y Cotsco.
El estudio “Small Business Insights” sobre las pequeñas empresas encabezadas por latinos, realizado por el sistema de contabilidad electrónica QuickBooks, señala que la falta de acceso a financiamiento frustra y mata los sueños de muchos emprendedores.
SUPERANDO OBSTÁCULOS
No fue el caso de Velázquez, quien inició su empresa con parte del dinero semanal que recibía en su trabajo y una tarjeta de crédito, hasta lograr que varios inversionistas aportaran 1,3 millones de dólares y le permitieran despegar.
“Y todo lo hice con mi propio esfuerzo, sin la ayuda de los bancos, que rechazaron una y otra vez mi plan empresarial”, dijo.
El estudio señala que los propietarios de pequeñas empresas hispanas suelen aprovechar sus propios ahorros u obtener apoyo financiero de amigos o familiares para iniciar sus negocios.
El 95 % de los propietarios de pequeñas empresas hispanas dijeron que era importante ahorrar su propio dinero antes de iniciar un negocio como red de seguridad para los gastos comerciales y personales. Casi 62 % contaron con el apoyo económico de amigos o familiares.
Para la emprendedora de origen argentino Gaby Natale, el estudio plantea los mismos problemas que ella enfrentó hace 15 años cuando renunció a un empleo en televisión para fundar una empresa de mercadeo y la línea de extensiones de cabello Welcome All Beauty.
Solamente necesitaba 20.000 dólares para comenzar, pero al buscar ayuda en los bancos le pedían historia crediticia y garantías colaterales imposibles.
“Siempre creí que no era bueno endeudarse, pero en los cuatro bancos que visité me dijeron que no porque me faltaba la historia crediticia”, dijo Natale, cuya perseverancia la llevó a solicitar y obtener recursos en un Credit Union, un banco más pequeño y flexible.
“Se pierde tiempo, dinero y el ánimo en la búsqueda de recursos, y por momentos uno piensa en largar todo, o en postergarlo mientras se ahorra”, dijo Natale.
“EL CRÉDITO ES LO QUE VALE”
Los mexicanos Evelia y Eduardo Rodríguez son comerciantes que no tienen problema de financiamiento gracias a más de 50 años de experiencia empresarial en Chicago, donde comenzaron con un supermercado y un restaurante. Hoy tienen además cuatro locales de Dulcelandia en barrios hispanos, donde venden golosinas, artículos de fiesta y piñatas, que son el producto más buscado por los clientes.
Ella sostiene que con una llamada telefónica puede lograr en pocos minutos un préstamo de un millón de dólares, aunque reconoce que ha tenido “discusiones fuertes con los bancos cuando son injustos y piden más garantías que lo que iban a prestar”.
“El crédito es lo que vale y mucha gente no lo entiende. Muchos no quieren deber, y esto puede entenderse al principio”, dijo.
Según el estudio, el conocimiento limitado de las herramientas y los recursos financieros empresariales también se interpone en el camino de los emprendedores latinos.
Destaca la importancia de mantener separadas las finanzas personales y las comerciales. Tener una cuenta bancaria comercial mantiene separados los gastos comerciales de los personales, lo que permite un seguimiento más eficaz del flujo de efectivo comercial.
Además, con una tarjeta de crédito comercial los dueños de negocios pueden beneficiarse de un fácil seguimiento de gastos, límites de crédito potencialmente más altos y las ventajas de construir un historial crediticio comercial cuando se trata de solicitar un préstamo.
Tareas financieras críticas como facturar, cobrar, pagar cuentas y administrar impuestos son un desafío para casi 74 % de las empresas de propiedad hispana. Más de 21 % describen estas tareas como “extremadamente desafiantes”.
Asimismo, más de 69 % de las empresas propiedad de hispanos señalaron el flujo de caja como un desafío. Una visión integral del flujo de caja puede mostrar la verdadera salud de una empresa. Sin una forma de saber dónde se encuentra una empresa, es imposible tomar decisiones estratégicas sobre el futuro, como invertir en equipos o pagar ciertas deudas.
“El dinero en efectivo es el elemento vital de una empresa emergente: poder realizar un seguimiento claro de cada dólar de nuestros gastos es fundamental”, dijo Velázquez.
Jon Fasoli, vicepresidente del segmento de pequeñas empresas y trabajadores independientes de QuickBooks, dijo en la presentación del estudio que la pandemia ha mermado la confianza general de las pequeñas empresas en su capacidad para obtener financiamiento.
El porcentaje de empresas de propiedad hispana que informan sentirse “muy confiadas” de que pueden obtener los fondos que necesitan en la actualidad disminuyó 22 % en comparación con los niveles previos a la pandemia, según una encuesta de su empresa.