MINNEAPOLIS, MN
La caravana migrante avanzó este lunes por el sureño estado mexicano de Oaxaca mostrando signos de cansancio tras haber cambiado de región y andado más de 300 kilómetros.
La caravana se adentró este lunes 25 kilómetros en Oaxaca, segundo estado de México que pretenden atravesar en su camino hacia la Ciudad de México, donde buscan regularizar su situación migratoria antes de llegar a la frontera con Estados Unidos.
Esto implica que el contingente, conformado por al menos 4.000 personas -en su mayoría centroamericanos y haitianos- llevan más de dos semanas de camino tras partir de Tapachula, municipio de Chiapas fronterizo con Guatemala, el pasado 23 de octubre.
La madrugada este lunes, los migrantes reanudaron su camino hacia Chahuites caminando sobre la carretera Panamericana para evitar que el cansancio y el calor del asfalto, se sumen a la fatiga que llevan a cuestas.
Antes de llegar a este municipio ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec, las autoridades municipales interceptaron a uno de los activistas que acompaña la caravana, Irineo Mujica de Pueblo Sin Fronteras, y los invitaron a quedarse en la unidad deportiva por el riesgo sanitario de la pandemia de covid-19, y además les pidieron usar mascarillas.
En el lugar, algunos migrantes mostraron su certificado de vacunación contra la covid-19.
Por al menos cinco horas, la circulación vial en el tramo carretero Corazones – Chahuites fue con restricciones y elementos de la
Guardia Nacional recomendaron a los conductores a circular con precaución y no permitir que los migrantes suban a las plataformas de los vehículos para evitar caídas.
En la travesía, madres de familia y niños caminan a menos de tres metros de distancia de camiones en movimiento, con sus hijos montados en carriolas (cochecitos para bebé), bicicletas y transporte improvisados.
“Ya llevo como un mes caminando… más de un mes”, dijo a medios Salvador, quien va arrastrando una carriola donde viaja su hijo y empezó su travesía desde El Salvador.
Tras cinco horas de caminata, y con una temperatura de 29 grados centígrados, los migrantes llegaron a Chahuites, un municipio marcado por la violencia y la persecución de migrantes, pues forma parte de la ruta habitual para llegar a Estados Unidos.
Los migrantes han avanzado más de 300 kilómetros, pero todavía les faltan unos 800 kilómetros más para llegar a la capital mexicana.
Los miles de migrantes avanzan en medio del dolor que ha ocasionado en días recientes la muerte por disparos de la Guardia Nacional de un migrante cubano, quien viajaba en un vehículo junto con otras personas.
Además, la semana pasada se produjo al menos un choque con la Guardia Nacional entre migrantes y agentes, con varios detenidos y también elementos de seguridad heridos.
Este grupo se puso en marcha después de que en los primeros días de septiembre las autoridades mexicanas frustraran el avance de cuatro caravanas de migrantes que partieron precisamente desde Tapachula, municipio de Chiapas fronterizo con Guatemala.
Entonces, varias agencias de la ONU y ONG criticaron el uso de la fuerza en los operativos para desintegrar dichas caravanas.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés) ha “encontrado” más de 1,5 millones de indocumentados en la frontera con México en lo que va del año fiscal 2021.
Además, México ha detectado más de 190.000 inmigrantes indocumentados de enero a septiembre, cerca del triple de 2020, además de haber deportado a casi 74.300, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).