MINNEAPOLIS, MN
Marcos Berríos, comandante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y candidato a astronauta de la NASA, expresó emocionado este viernes en una conversación en Twitter cómo “los valores familiares que existen en el mundo hispano” le han marcado y ayudado a estar tan cerca de lograr su “sueño” de la infancia, “volar al espacio”.
Berríos, de origen puertorriqueño, fue protagonista hoy del primer Twitter Space en español de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de EE.UU, en el que respondió en español a preguntas de periodistas y amantes del espacio de toda Iberoamérica.
“Los valores familiares y comunitarios que existen en el mundo hispano y con los que me crie en Puerto Rico los he llevado siempre conmigo y me han dado la confianza” en todos mis pasos y decisiones en la vida, dijo.
Añadió que la “confianza personal de que puedes lograr algo es fundamental”, y que, por eso, referencias como la suya, de alguien “que habla tu idioma, se parece a ti” y ha hecho realidad el sueño de llegar a ser astronauta es una herramienta “bien poderosa” para los latinos.
“Cuanto más gente hispana haya (en el campo espacial), mejor”, apostilló.
Fue en su infancia en Guaynabo (Puerto Rico), todavía en la escuela elemental, cuando tuvo la primera revelación e “idea” de que quería ser astronauta: “Me inspiraba ver las fotos de los planetas, del espacio, y quería explorar el Universo y aprender sobre la Humanidad”, comentó a una pregunta.
HUMILDAD, DISCIPLINA Y CURIOSIDAD INTELECTUAL
Eso sí, el camino ha sido largo, arduo, y ha requerido “humildad y disciplina” y una buena dosis de “curiosidad intelectual”, dijo Berríos, licenciado en Ingeniería Mecánica por el Instituto Tecnológico de Massachusetts y con un doctorado en Aeronáutica y Astronáutica de la Universidad de Stanford.
Haciendo pedagogía, el hispano advirtió que la “motivación viene y va” en la vida y que es solo gracias a la disciplina que se establecen logros a largo plazo y se construye un proyecto personal y profesional.
Es la “disciplina lo que te permite levantarte temprano para hacer deporte, o de dedicarte una hora más a un proyecto, una tarea o una habilidad” que tienes, precisó el militar, que ostenta el rango de mayor de la Fuerza Aérea de EE.UU y comenzó su carrera como ingeniero aeroespacial para el Ejército, en 2011.
Reconoció que pasó por momentos difíciles en los que creyó perdida la posibilidad de convertirse algún día en astronauta, especialmente cuando compatibilizaba su puesto de reservista y piloto de helicóptero para operaciones de búsqueda y rescate en combate, motivo por el que fue desplegado en Afganistán.
Fueron diez años en que desempeñó su puesto de ingeniero a tiempo parcial y luego volaba con la Fuerzas Aéreas estadounidenses, un “equilibrio muy difícil” que logró resolver gracias a los consejos de su padre.
Por eso, insiste el boricua nacido en Tenneessee en alentar a los hispanos más jóvenes a que “sigan su pasión con humildad y disciplina”, porque, además, haciéndolo así eres “más feliz y estas más satisfecho contigo y las decisiones que tomas”.
Sobre el proceso de selección por la NASA, Berríos comenzó por decir que en un principio eran 120 los aspirantes a astronautas y que todos ellos pasaron por largas entrevistas durante tres días, rigurosos exámenes médicos y multitud de actividades en grupo e individuales.
De ahí seleccionaron un conjunto de 30 candidatos, que volvieron a someterse a entrevistas y pruebas y, finalmente, quedó un grupo de 10 candidatos (6 hombres y 4 mujeres) para convertirse en astronautas.
Explicó Berríos en vivo desde el Aeropuerto de Las Vegas, de donde vuela hoy a Houston (Texas) para comenzar el lunes en la base de la NASA los duros entrenamientos obligados, que lo más difícil ahora va a ser “aprender ruso y los muchos detalles sobre la Estación Espacial Internacional (EEI).
En ese contexto, si bien se mostró “muy contento y emocionado”, también reconoció sentirse “nervioso y ansioso” para empezar cuanto antes su entrenamiento.
Dijo con humor que, cuando esté en el espacio como astronauta, de lograr ese sueño, el plato que más extrañará será el mofongo (plato típico puertorriqueño con plátanos fritos) y el churrasco con salsa chimichurri.
Concluyó animando a los más jóvenes que persiguen el sueño de ser astronautas a que practiquen deportes como el baloncesto, el fútbol u otras actividades y que se familiaricen con programas de robótica “que te enseñan cómo usar herramientas y te introducen en la tecnología”.