SAINT PAUL, MN
La carrera por la silla presidencial ha comenzado a tomar calor y algunos de los aún pre-candidatos han comenzado a tener presencia en los medios de comunicación de forma sistemática y preminente. Por parte del partido demócrata, Hillary Clinton ha levantado ámpula, con reacciones positivas y negativas; Donald Trump se mantiene al frente en la carrera por la nominación republicana en las encuestas de opinión. ¡Ah! Y el senador por Vermont, Bernie Sanders atrae cada vez mayor interés por parte de mucha gente, sobre todo entre independientes y acaso socialistas.
Curiosamente, una reciente encuesta de Gallup arrojó resultados que indican que la mayoría de los ciudadanos estadounidenses votaría por un candidato musulmán o un ateo para presidente, antes de que lo hiciera por un socialista. Y lo más curioso es que “socialista” es como se define el mismo Sanders, cuando se describe a sí mismo a lo largo de su carrera política.
Hoy, cuando Sanders lucha por atraer la simpatía de votantes independientes, no ha renunciado aún a su posición como senador, pese a que su campaña pareciera atraer una mayor atención de los ciudadanos en forma gradual.
Cabe recordar que su etiqueta de “socialista” logró atraer la atención a nivel nacional cuando se convirtió en alcalde de la ciudad de Burlington en Vermont.
“Se burlaron de Bernie Sanders cuando corrió por la alcaldía, no solo porque era un extraño que venía de Brooklyn, sin ser ni republicano ni demócrata, sino acaso porque era un devoto socialista,” dijo un reportero de la cadena nacional NBC en el 1985, justo en el día en que Sanders hacía su juramento para asumir su tercer término como alcalde de Burlington.
Más recientemente, la senadora por Missouri, Claire McCaskill – vista como una persona cercana a la rival de Sanders, Hillary Clinton – utilizó la palabra S[ocialista], cuestionando si los medios de comunicación habrían hecho lo suficiente para exponer las verdaderas inclinaciones políticas de Sanders.
“Usted me ha conocido por algunos año. ¿Ando por ahí diciendo, ‘hey Bob, yo soy socialista auto declarado’? Usted sabe muy bien que eso es lo que hacen los medios de comunicación,” dijo Sanders.
De acuerdo con el diccionario Webster, socialismo se define como una forma de organización social en la que el gobierno posee o controla las industrias mayores. La teoría marxista indica que el socialismo es una fase de transición entre el capitalismo y el comunismo como formas de organización y modelos económicos. Para Sanders, ninguna de las dos definiciones es lo que él entiende como socialismo.
“Lo que yo estoy intentando hacer en esta campaña es decir a los Americanos lo que muchos de ellos ignoran: que los beneficios para la gente trabajadora son muchos, mucho más fuertes y consolidados en muchos otros países alrededor del mundo,” dijo Sanders.
El candidato indicó que muchas de sus carreras políticas para puestos como alcalde y senador, las ha ganado como candidato independiente, no como miembro de ningún partido socialista. Y dice que el tipo de socialismo que el promueve es el socialismo democrático que se ha visto en Escandinavia y otros países de Europa. Esos gobiernos apoyan suspensión de trabajo por causas de enfermedad con pago completo, cobertura de salud universal y educación superior gratuita.
Garrison Nelson, profesor de ciencia política de la universidad de Vermont, indica que eso es un “socialismo de vainilla”, que atiende fundamentalmente la profundización de inequidades en el capitalismo, a partir de la existencia de negocios gigantescos. Un socialismo que busca mayor equidad y justicia para los ciudadanos, sin abandonar del todo el modelo capitalista de producción.
Por ello es sorprendente que la encuesta de Gallup mostrara esos resultados, cuando que otros estudios muestran que 47 por ciento de la población en Estados Unidos estarían dispuestos a votar por una propuesta socialista como la que promueve Sanders, un socialista con tintes capitalistas. Y que parece adquirir una presencia importante en un mar de acusaciones mutuas entre republicanos y demócratas, y que se agiganta como una válida “tercera opción.”