MINNEAPOLIS, MN
Comunidades Unidas contra la Brutalidad Policial extiende nuestras más profundas condolencias a la familia de Amir Locke, incluso cuando expresamos nuestra indignación por la decisión de no acusar a Mark Hanneman y a los demás policías de Minneapolis involucrados en el fallido servicio de orden de arresto que le quitó la vida.
“A pesar de las primeras mentiras del MPD, el Sr. Locke nunca fue sospechoso del crimen que condujo a la orden judicial. Además, no representaba ningún peligro para la policía en el momento en que lo mataron.” – dice el comunicado.
La decisión de no presentar cargos parece ser una posición conjunta del fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman, y el fiscal general de Minnesota, Keith Ellison.
“Su explicación engañosa es que no podrían probar más allá de una duda razonable que Hanneman había cometido un delito en violación de la ley de Minnesota. Sin embargo, esa misma consideración no se dio cuando Freeman siguió adelante con el enjuiciamiento de Jaleel Stallings, víctima de fuerza excesiva por parte de la policía. Por lo tanto, parece que este tipo de estándares legales solo se aplican a incidentes policiales de fuerza letal.”
Este resultado afirma la necesidad de la legislación pendiente de CUAPB que crearía una fiscalía independiente y una unidad de investigación para incidentes críticos policiales. Es axiomático que el mismo sistema que depende de los agentes del orden público para realizar su trabajo principal no puede investigar y enjuiciar a esos mismos agentes cuando incurren en conductas indebidas que dañan a la comunidad.
“Sin duda, la comunidad soportará la carga financiera de brindar cierta medida de justicia a la familia de Amir , pero si la historia pasada sirve de guía, los oficiales involucrados no enfrentarán medidas disciplinarias”.
