MINNEAPOLIS, MN
La mexicana banda Caifanes hizo acto de aparición en la ciudades gemelas este viernes 13. Acto inusual para un mercado como lo es el Midwest.
Los Caifanes siempre con poder de convocatoria lograron a través de su nombre y de su historia juntar a más de 1,300 almas en un popular centro de conciertos en la ciudad de Maplewood.
En el escenario, un Caifanes diferente al diferente Caifanes; un Caifanes que dado a la solidez del hombre de frente y la presencia de su batería y mejor hombre en el teclado ha logrado mantenerse en el gusto, mente y corazón de un sector de la población. Y las nuevas generaciones que recientemente les han descubierto.
Un estelar suplente del bajista suplente (y esto con todo respeto refiriéndonos a la alineación inicial de esta banda) hizo posible la tocada de esta noche que aunque con sus pequeños pero inevitables problemas de audio, de tono, coordinación y por supuesto de memoria; fuera al final una velada inolvidable.
Un nuevo concierto y una nueva oportunidad para la juventud recordar. Oportunidad idónea para ellos los pertenecientes a una generación y representantes de un mítico gusto musical.
En un concierto, prender el celular desprende al ser de la emoción de vivirlo.
Difícil saber si por la emoción, el desconocimiento o simplemente la atención total de ver a estos icónicos músicos, la audiencia presente tardó en entonar los clásicos de la banda, evidente era también para los miembros que ésta que sería una noche complicada y sin embargo, los éxitos y la esencia única de fuerza y espíritu “rocker” de estos quincuagenarios lograron sacar la noche adelante.
Caifanes ya no es el mismo pero tampoco nosotros “la raza”. La banda que sigue a estos lealmente, tampoco es la misma; y sin embargo, la noche de viernes en el Myth era una noche que no debía dejar pasarse. Melancólica, llena de energía, y una vez más…inolvidable.
Gracias a nuestros Caifanes
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