SAINT PAUL, MN
Una de las mayores preocupaciones a las que nos enfrentamos casi cotidianamente, es la exposición de nuestra identidad, su robo, y uso para la comisión de, en miles de ocasiones, delitos que pueden generar efectos serios en nuestra economía, o incluso en nuestra estabilidad familiar y laboral.
La Oficina de Estadísticas de Justicia ha presentado un reporte en el que se estima que 17,576,200 personas en los Estados Unidos, de edades mayores a 16 años, han sido víctimas de robo de identidad tan solo en el año 2014. Dicha cifra significa que alrededor del 7 por ciento de la población estadounidense ha sufrido de robo de identidad tan solo el año pasado, y la mayoría de ellos ignoran que un extraño ha obtenido y hecho uso de su información personal.
En muchos casos, quienes han sufrido de robo de identidad, llegan a enterarse al solicitar un crédito para adquirir una casa o un auto, y recibir la notificación de que sus deudas son enormes, aun cuando ninguno de ellos haya jamás adquirido ninguna de ellas. Entonces, una de cada 14 personas viviendo en este país habrá sufrido de robo de identidad, lo cual es cercano a la misma proporción estimada para el año 2010, que fue el último referente de estimación hecha por la Oficina.
Al analizar los datos con mayor detalle, es posible saber que cerca del 14 por ciento de las personas afectadas experimentaron pérdidas monetarias de un dólar o más directamente, en tanto que la mitad de ellas tuvieron pérdidas de más de cien dólares. Las diferencias entre hombres y mujeres muestra que existe una exposición similar para ambos años, con 8.3 millones de hombres afectados, frente a 9.2 mujeres.
Por cuanto a nivel de ingreso, las familias que tienen mayor nivel familiar de ingreso, son los elegidos con mayor frecuencia como víctimas, con personas que viven en hogares con ingresos superiores a $75 mil dólares suman más de 10 millones de casos. Otro detalle es también que la población blanca es mayoritariamente expuesta, con 13.2 millones de casos, seguidos de latinos o hispanos, con 1.8 millones de casos, y personas de origen afroamericano representando 1.4 millones de casos.
También es notable que dos tercios de las víctimas ignoran la forma en la que alguien ajeno ha robado su identidad, adquiriendo la información que ellos ahora usan para cometer delitos. También llama la atención que en el 2014, 85 por ciento de la gente tomó acciones para prevenir robo de identidad, como verificar reportes de crédito o destruyendo documentos que contienen información personal.
“Esos tipos son hábiles, y buenos en lo que hacen,” dijo Dan Hendrickson, vocero de la oficina para Mejores Negocios de Minnesota y Dakota del Norte, en una entrevista a un medio de información local. “Es sumamente importante para la gente el saber que ellos son, por cual lado, sus mejores aliados en contra del robo de identidad.”
Lo mejor es cuidar la información relativa a las tarjetas de seguridad social, licencias o identificaciones oficiales, tarjetas y formas bancarias, carteras o bolsos, e incluso correo basura, pues en todos ellos se puede obtener la información que expondría tu identidad. Otra fuente de fraude, y que muchos ignoran, es cuando hay una señal pública de wi-fi. Incluso en un café, pues se carece de seguridad y no se requiere de acceso encriptado para la entrada y salida de información. Así, no hagas compras o accedas a información personal si te encuentras en dichos lugares.
