NORTHFIELD, MN. Por Mar Valdecantos
Escribo esto con el corazón muy apesadumbrado sabiendo que las cosas podrían y deberían haber sido muy diferentes.
Nuestro parque de casas rodantes más grande en la ciudad, Viking Terrace, podría haberse convertido en una comunidad propiedad de los residentes si los residentes hubieran tenido la oportunidad de comprar el parque cuando los propietarios anteriores estaban listos para vender. Todavía esperamos que se pueda hacer, pero el proceso ahora es mucho más difícil. Déjame explicarte por qué.
Northfield tiene dos parques de casas rodantes. El parque más grande, Viking Terrace, construido en 1975, se vendió recientemente. La venta sorprendió a toda la comunidad ya que nadie sabía que esto estaba pendiente. Fui con otros tres defensores de la vivienda para tratar de detener la venta y ofrecer una opción local. Entonces supimos que los propietarios anteriores estaban vendiendo a una empresa externa. Esto es exactamente lo que estábamos tratando de evitar ya que esas grandes empresas no tienen mucho interés en ayudar a los residentes. En su mayoría se preocupan por sus inversiones y ganancias.
En la mayoría de los parques de casas rodantes, como en Northfield, los residentes son dueños de sus hogares y disfrutan de una libertad que no se puede lograr en un apartamento. Los propietarios de viviendas en los parques de casas rodantes son dueños de sus casas, pero no del terreno en el que se ubican las casas. El acuerdo de arrendamiento para alquilar el lote también permite que los propietarios participen en prácticas abusivas. Las casas de las personas, “mi palacio”, las palabras exactas que un residente orgulloso usó para describir su hogar familiar recientemente, están en la merced de las reglas de los propietarios.
Viking Terrace solía ser propiedad de la ciudad de Northfield hasta 2003, cuando la ciudad lo vendió a una pareja local. Esos propietarios afirmaron que salvaron a Viking de convertirse en otra cosa. Y muy bien pueden ser ciertas.
Viking Terrace solía ser propiedad de la ciudad de Northfield hasta 2003, cuando la ciudad lo vendió a una pareja local. Esos propietarios afirmaron que salvaron a Viking de convertirse en otra cosa. Y muy bien pueden ser ciertas. Pero también eran dueños que no despejar los caminos de nieve, lo que obligó a los residentes a soportar caminos helados que provocaron accidentes automovilísticos. No se mantuvieron al día con las reparaciones y varias luces de la calle por el parque. nunca fueron arreglados.
Los árboles no fueron podados. Para ahorrar dinero, las ramas estaban envueltas en cadenas durante tanto tiempo que las ramas de los árboles crecían alrededor de las cadenas que se hundían en su corteza.
Y ahora, el 6 de abril de 2022, sucedió lo impensable, lo que durante años tratamos de evitar. Los dueños anteriores conocían organizaciones en el estado que ayudan a los parques de casas rodantes a convertirse en comunidades propiedad de los residentes, lo que les permite ser dueños de la tierra. A pesar de ese conocimiento, no querían ser los héroes y Viking Terrace se vendió a una de las empresas nacionales que compraban parques de casas rodantes en todo el país solo para embellecerlos en la superficie y usar el proceso de embellecimiento para aumentar el alquiler del lote mientras se desplazaba a las familias.
Los residentes de Viking recibieron recientemente un documento de treinta y cinco páginas con nuevas reglas y una avalancha de cartas exigiendo que los residentes realicen reparaciones y mejoras particulares a partir de este mes.
Estamos organizando a la comunidad vikinga, iniciando acciones legales contra las solicitudes ilegales y con la esperanza de volver a comprar el parque a los nuevos propietarios. Si tenemos éxito, el último paso sería crear una cooperativa para que todos los residentes sean dueños, colectivamente, del parque de casas rodantes.
Continuará…
Mar Valdecantos
Director de Vecinos Unidos del Condado de Rice/Vecinxs Unidxs
