La presidenta de la Federación de Fútbol de Estados Unidos (USSF), Cindy Parlow, informó de que tres nuevos casos de abuso en la liga de fútbol femenina estadounidense (NWSL) han emergido en los últimos días tras la publicación de un informe que descubrió un “abuso sistemático” hacia las futbolistas en el país.
“Una de las grandes cosas conseguidas por este informe es que animó a más personas a denunciar (los abusos)”, aseguró Parlow en una reciente entrevista a la cadena ‘CNN’.
“El informe demuestra lo sistemático que era esto y que había falta de medidas de protección”, agregó la presidenta de la USSF.
Parlow destacó la importancia de denunciar casos de abuso y expresó el deseo de que las jugadoras se sientan “seguras” de hacerlo.
“Espero que la gente se sienta segura para denunciar, o que sepan cómo denunciar estos casos, es muy importante. No podremos acabar con esto (los abusos) si no hay más personas valientes que nos avisen”, aseguró.
Dijo también que se le rompe “el corazón” al enterarse de lo ocurrido en la NWSL, aún más porque “no fue un caso aislado”.
LAS REVELACIONES DEL INFORME
La NWSL es escenario de un abuso sistemático a todos los niveles hacia sus jugadoras y sus máximas instancias han ignorado de forma repetida las acusaciones al respecto, apunta un informe publicado el último lunes y encargado por la Federación de EE.UU (USSF).
Este informe es diferente a otra investigación que sigue en marcha por parte de la NWSL y el sindicato de jugadoras de la liga (NWSLPA).
La investigación independiente encargada por la USSF y realizada por el bufete de abogados King & Spalding plantea un panorama en el que el abuso verbal y emocional hacia las futbolistas y los comportamientos sexuales inapropiados exceden los límites de un entrenamiento “duro” y son habituales desde las categorías inferiores hasta las superiores.
En las cerca de 200 entrevistas a jugadoras retiradas y en activo, entrenadores, propietarios de clubes o personal de plantilla se pusieron en evidencia tácticas manipuladoras que eran cuestión más de abuso de poder que de mejora del juego y un preocupante patrón de comentarios de contenido sexual, tocamientos indeseados o relaciones sexuales coercitivas.
Los equipos, la Liga y la Federación “no solo fracasaron sistemáticamente a la hora de responder de forma adecuada cuando fueron confrontados con denuncias de las jugadoras y muestras de abuso, sino también a la hora de instaurar medidas para prevenirlo y afrontarlo”, recalca ese documento de 36 páginas.
Como resultado de esa falta de vigilancia, entrenadores responsables de esos abusos se fueron moviendo de equipo en equipo sin que nadie frenara sus contratos, blanqueados por comunicados de prensa en los que los clubes les agradecían los servicios prestados.
El documento se centra en tres técnicos -Paul Riley, Rory Dames y Christy Holly- para ilustrar la gravedad del fenómeno, pero recuerda que la pasada temporada la mitad de los diez equipos de la Liga se separaron de sus entrenadores tras denuncias de las jugadoras.
De Dames, por ejemplo, sus jugadoras en el juvenil Chicago Eclipse Select recuerdan que las llamaba “putas”, “retrasadas” o “culo gordo” y que “en múltiples ocasiones cruzó la línea de las relaciones sexuales”.
Una vez en las Chicago Red Stars, dentro de la Liga, instauró un ambiente hostil con abuso verbal durante los partidos, dice el informe. EFE
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