SAINT PAUL, MN
Uno de los valores que se promueven en los Estados Unidos, y que es parte del discurso político entre legisladores y gobernantes en general durante los procesos electorales, en los que la defensa de este grupo es un compromiso, ha sido el fortalecimiento de la clase media. Se trata de un grupo poblacional que se espera sea la mayoría en una sociedad balanceada dentro del sistema productivo. Y así lo ha sido durante más de cuarenta años en este país.
Sin embargo, según lo muestra el más reciente estudio presentado por PEW research, la clase media en los Estados Unidos la clase media hoy cuenta con número equivalentes a los de los grupos arriba y debajo de ella. A principios del 2015, se estimaba que 120.8 millones de adultos se encontraban clasificados como dentro de hogares de clase media, en comparación con 121.3 millones que se localizaban en los segmentos de hogares de clases baja y alta combinados, lo cual se considera un cambio demográfico importante.
El análisis se ha realizado a partir de datos oficiales a los que el centro de investigación ha tenido acceso.
Así, el asunto puede ser considerado como algo positivo, o bien todo lo contrario. Puede, según palabras de representantes de PEW, ser un fenómeno positivo, en la medida en que si bien el número de hogares de clase media se ha reducido, ha sido el del sector de mejores ingresos el que ha observado mayor crecimiento.
“Ante el paulatino vaciamiento de la [clase] media ha procedido de forma estable durante las pasadas cuatro décadas,” concluye el reporte de PEW.
El segmento de la población de estadounidenses que califican dentro del grupo de ingreso medio, no solo se ha encogido dentro del conjunto social, pero su capacidad financiera ha caído también en forma negativa, con su ingreso mediano habiendo disminuido en 4 por ciento, comparado con el año 2000, considerando factores de ajuste para efectos comparativos.
Por cuanto a la distribución de ingresos dentro de este grupo, PEW señala que el pago de salarios se ubica justamente en el medio de los ingresos registrados, alineados del menor al mayor ingreso. Esto es, la mitad de todos los hogares reciben más, y la otra mitad recibe menos que en los años pasados. Así, PEW definió
a la clase media como los hogares que tuvieron al menos dos tercios del ingreso medio, pero no más del doble de dicho monto. Y este fue ajustado por tamaño del hogar.
Bajo este concepto, un hogar con tres personas, dentro de la media clase, supone que recibiría ingresos anuales entre $42,000 y $120,000 dólares. Si tu familia es de tres miembros, y en conjunto tienen un ingreso menor a $42,000 dólares, entonces estarás dentro de la clase baja; si en cambio tu familia suma más de $126,000 dólares en el año, perteneces a la clase alta.
En suma, aun cuando la reducción del número de personas que se colocan como miembros de la clase media, es posible decir que este ha sido un fenómeno positivo por cuanto que, luego de que la gran depresión ha finalizado, la disponibilidad de empleos ha favorecido a grupos de profesionales, quienes regularmente gozan de buenos salarios.
Este fenómeno, sin embargo, debe analizarse junto con el cambio demográfico relativo al envejecimiento de la población, y un creciente número de retirados, que se conjuga con la falta de crecimiento entre grupos de gente de color que pueda contar con grados profesionales para ocupar las vacantes que se abrirán en un futuro cercano. Un compromiso que se tiene que enfrentar ya, y que se debe traducir en programas más efectivos y duraderos para eliminar los rezagos educativos.
¿Estamos listos para realmente asumir el reto?