MINNEAPOLIS, MN
Existe un reclamo oficial, ante la corte, ante las autoridades. Y es que se ha desatado una exhibición de publicidad en la arquitectura urbana de las ciudades gemelas. Algo que hemos mencionado desde hace algunos meses, entre artículos o menciones dentro de estas historias, hemos notado la cantidad de locaciones ya activas y desarrollos comerciales habitacionales que implican la participación directa de compaginas o corporaciones con el afán de auto-promoverse a través de la exposición de su marca o emblema hacia los consumidores. Subconsciente exposición al tan solo ser presa de los trayectos a pie, en bicicleta, en auto o en el autobús en la urbe, donde no hay escape.
La competencia es intensa, y en esta, como en el amor y en la guerra, casi todo es valido. Notamos hace tan solo unas semanas que por ejemplo, se estableció una tienda de Pizza Hut justo a unos pasos donde por muchos años se establece la tienda de Dominos, esto en Hennepin Avenue con calle 11. Un ejemplo mínimo pero que ilustra que en cuestión de competición por la atención de los consumidores, para muchos no hay barreras, territorios, éticas. Para otros no existe problema alguno, después de todo vivimos en un país libre, capitalista de igualdad en oportunidad.
USBank ha sido nombrado como el corporativo que dará nombre al nuevo estadio de los Vikingos de Minnesota. Al antiguo “Estadio de la Gente.” USBank ha pagado una cantidad muy grande de dólares, en millones, para que su marca sea desplegada por todos los lagos y por el techo del imponente edificio, tendrá su logotipo en las explanadas y se vera muy bien. Lo curioso de esto, es que justo a unos bloques sino es que a menos distancia, el corporativo Wells Fargo erigirá un nuevo edificio, tendrá a su nombre un parque y usara estos también para desplegar su marca, esto sin desembolsar millones a la corporación de los Vikingos. En una estupenda jugada o tal ves “sin querer queriendo”, Wells Fargo podría ser desplegado al mismo nivel o en muy similar cantidad de impresiones que el mismo USBank y eso podría ser incomodo para el banco que ha pagado tanto por ser el elegido.
Y si, existe una demanda oficial y las autoridades tendrán que decidir si las marcas del corporativo de San Francisco, son de una manera en contra de la exposición de el corporativo del Medio Oeste. Lo cierto es que dos grandes logotipos se planean plasmar en el nuevo edificio Wells Fargo, un gran logotipo de estos se planea poner en el rooftop o techo del edificio y este aunque el individuo común no lo vea, podría ser evidente al establecerse esas imponentes tomas de aire, tomas águila durante los eventos del estadio, durante las coberturas periodísticas y durante los paseos en helicóptero que tal vez los altos ejecutivos den al asombrarse de sus creaciones.
Son los Vikingos de Minnesota, tal ves por el enojo de su benefactor o por protegerle, quienes han establecido una demanda en contra de Wells Fargo, en razón de que estos podrían tratar de robar cámara con su marca sabiendo que su competidor posee los derechos de publicidad sobre el producto que las cámaras estarían enfocando. En pocas palabras, el dueño del balón solo quiere ver jugar a sus amigos.
“Wells Fargo ha recientemente instalado anuncios iluminados en su techo, anuncios que no van de acuerdo al acuerdo de las partes, esto en un esfuerzo para permanentemente robar cámara “photobomb” en la imagen del iconico USBank Stadium.” La demanda que sugiere “el inmediatamente parar esta acción prohibida,” ha llegado después de conversaciones en juntas con el banco de color rojo y según el Vicepresidente de los Vikingos, este es un ultimo recurso al ser violado un acuerdo por escrito previamente estipulado.
Válido o no, a lo hecho-pecho. La demanda legal podría ir para largo, es difícil saber si específicamente el acuerdo entre estas organizaciones va de la mano o no con lo fisicamente hecho de parte de Wells Fargo, sin embargo,sabiendo que ambas organizaciones cuentan con medios para pelear por su causa, veremos mas de este interesante caso donde la comercialización, el desarrollo y la necesidad misma de comercialización y competencia orillan a las corporaciones a establecer tácticas radicales, a las ciudades a aceptar los términos con el afán de traer modernismo y atracción de habitantes y visitantes a las renovadas ciudades en el mundo.
