SAINT PAUL, MN
Dentro del marco de declaración de bancarrota que ha presentado la arquidiócesis de St. Paul y Minneapolis, un juez federal ha aprobado este jueves la venta de un edificio propiedad de la misma arquidiócesis. Al mismo tiempo, se ha aprobado la petición de declaración de bancarrota por parte de la arquidiócesis de Duluth, siguiendo el ejemplo de su similar en las ciudades gemelas.
El Juez Robert Kressel aprobó la venta del Centro Hayden, en el boulevard Kellog, cerca del centro de St. Paul. La venta se llevará a cabo con la Sociedad Histórica de Minnesota, y el monto de la transacción ascenderá a $4.5 millones de dólares. El juez indicó que deseaba que el producto de la venta, en monto económico, debe mantenerse aparte y no ser usado para cubrir gastos derivados de la bancarrota, que hasta el momento ha ascendido a $5 millones de dólares.
Esta propiedad es la primera de cuatro a ser vendidas como parte del conjunto de propiedades de bienes raíces que tiene la arquidiócesis, y que serán vendidas este año. Se han recibido ya ofertas por las otras propiedades, entre las que se incluye la misma casa del arzobispo.
El Centro Hayden, ubicado en el número 328 del boulevard Kellog, funcionó como escuela católica, siendo que en la actualidad contiene múltiples oficinas de la arquidiócesis. La oferta hecha por parte de la Sociedad Histórica se presentó en pasado mes de noviembre del 2015, y se encuentra tan solo al cruzar la calle desde el museo y biblioteca ce la misma asociación.
El juez Robert Kressel se expresó escéptico por cuanto que la venta llevó demasiado tiempo (seis meses), habida cuenta que la propiedad se localiza en un punto sumamente atractivo, tan solo en las afueras de la zona centro de la ciudad.
“Siento como si fuera muchísimo tiempo y dinero lo que se perdió al comercializar esta propiedad,” dijo Kressel.
La arquidiócesis solicitó la bancarrota y la protección que ello conlleva hace poco más de un año, enfrentando más de 100 denuncias de gente que dijo haber sido sexualmente abusada por parte de sacerdotes católicos.
El abogado de las víctimas de abuso, Jeff Anderson, dijo que él estaría observando las ventas de las propiedades de la iglesia, a fin de detectar cualquier signo de que los montos de las ventas pudiesen estar comprometidas por restricciones con base teológica en el sentido de que la arquidiócesis pudiese dictar el uso que la propiedad debiera tener.
El juez Kressel indicó que no había observado ningún signo de que el Centro Hayden hubiera sido vendido a un precio que fuera afectado por esos límites y propósitos. El mismo juez ha dado hasta el 25 de mayo para que las víctimas de abuso en la arquidiócesis de Duluth puedan introducir sus denuncias formalmente.
