MINNEAPOLIS, MN
El cantante mexicano Emmanuel, a punto de iniciar una nueva gira por Estados Unidos y con un disco sinfónico en el horizonte, dice a EFE que desde “chavo” se propuso no ser un “reventado” por la farra y el alcohol, sino un artista que llegara a la madurez con ilusión y energía.
El tramo estadounidense de la gira “Toda la vida”, que se desarrolla ya por México y otros países de Latinoamérica, arrancará el 25 de agosto en Orlando y, tras pasar por Miami (26 de agosto), Las Vegas (15 y 16 de septiembre), Chicago (sin fecha todavía), Los Ángeles (2 y 3 de diciembre), cerrará en Puerto Rico (sin fecha) a fines de año.
No pasará mucho tiempo hasta que Emmanuel regrese de nuevo a tierras estadounidenses, pues ya se anuncian para 2024 conciertos en EE.UU. de la gira “Two’r Amigos”, que Emmanuel y otro artista mexicano, Mijares, realizan desde hace diez años.
En una entrevista telefónica con EFE, Emmanuel, que cumplió 68 años el 16 de abril pasado, dice que a los conciertos de la gira “Toda la vida”, el mismo nombre de una de sus canciones más conocidas, va a traer sus grandes éxitos, que es lo que su público quiere “escuchar y cantar”, pero también algunas canciones nuevas.
Con más de 40 años de trayectoria, al llamado “rey del pop latino” le gusta el “riesgo” y también enredar a los músicos, que nunca saben qué es lo que va a ofrecer en cada concierto. Lo decide en función de muchas cosas, entre ellas el “tono” de la audiencia.
INCANSABLE
Aunque cantaba en uno de sus temas más conocidos que quería “dormir cansado”, Emmanuel no parece conocer el cansancio.
Se retirará cuando vea que ya no tiene la capacidad psíquica, la energía y la voz para darlo todo en el escenario, asegura.
Cuando se le pregunta de dónde saca sus energías responde que desde que supo que iba a ser artista siempre tuvo claro que debía “cuidarse”, mantener el cuerpo, que es “el regalo más importante que recibimos”.
Reconoce que en su vida tuvo buenos ejemplos, como el de su padre, Raúl Acha, de origen vasco pero nacido en Argentina, que había sido torero con el nombre de “Rovira” antes de ser su representante (Emmanuel también probó suerte en el ruedo, pero una cornada lo llevó a la música).
“Era un hombre de mucho carácter”, recuerda el cantante, quien nació en Ciudad de México y vivió dos años en España cuando, siendo niño, falleció su madre, Conchita Martínez, una cantaora y bailaora de flamenco española.
También vio a muchos artistas “reventados” destrozar sus carreras, al igual que a deportistas, por el alcohol, las drogas o el estar siempre de fiesta acompañado de las “rémoras” que siempre hay alrededor de los artistas para aprovecharse de lo que tienen, relata sobre los inicios de su carrera.
Emmanuel, cuyo primer álbum, “Diez razones para cantar”, se publicó en 1976, dice que el mensaje de que uno puede perderlo todo por llevar una mala vida le gustaría transmitirlo a los jóvenes y poner de ejemplos al cantante puertorriqueño Chayanne y al llamado “rey” del fútbol, el brasileño Pelé, como algunos de los que, como él, apostaron a la “buena vida”.
Cuando EFE le pregunta si haber sido un “bicho raro” en el mundo del espectáculo por sus morigeradas costumbres le ha restado fama, se ríe y remite a lo conseguido en su carrera.
UN DISCO SINFÓNICO CON “COLORES”
Además de haber popularizado temas como “La chica de humo”, “La última luna”, “Todo se derrumbó”,
“Tengo mucho que aprender de ti”, “Pobre diablo”, “Corazón desvelado”, “Sentirme vivo” o “Bella Señora” y vendido millones de discos, tiene una gran colección de premios, entre ellos el Grammy latino y el Billboard latino a la trayectoria.
Actualmente está inmerso, cuando no está de gira, en la grabación de un disco sinfónico.
El grueso de la producción lo está grabando en Escocia con la Royal Orchestra, pero también hay grabaciones previstas en Bratislava (Eslovaquia), en EE.UU. y México.
El cantante subraya que no quiere que sea el clásico álbum sinfónico, sino algo “diferente” con “muchos cambios musicales, con muchos colores, con toques tropicales”.
La gira con Mijares, a quien considera un “amigo”, es algo “muy lindo” porque la unión en el escenario de ambos iba a ser para cuatros conciertos y llevan ya 10 años y más de 300 escenarios sin haber tenido un problema entre ellos y además “divirtiéndose” juntos.
El público de Estados Unidos y Chile podrá ver pronto a los dos artistas y amigos.