SAINT PAUL, MN
John Niendstedt, quien fungiera en Minnesota como arzobispo de las Ciudades Gemelas, deja la parroquia de Battle Creek, al tiempo que algunos miembros de la diócesis del suroeste del estado de Michigan se expresaron a disgusto al anunciarse que el clérigo lideraría la misma diócesis, cuando que fue él mismo quien se encontraba al frente de la arquidiócesis en Minnesota al tiempo en que emergió el escándalo de abuso sexual en contra de clérigos en la misma demarcación.
El pastor John Fleckenstein escribió en una carta este jueves, 21 de enero de 2016, dirigida a los miembros de la iglesia católica de San Felipe (St. Philip), que Nienstedt decidió descontinuar su trabajo ahí, “a la luz del no intencionado incomodo que su presencia había causado.”
Nienstedt ocupó la iglesia de Sn. Felipe en los primeros días de este mes, para cubrir la ausencia de su amigo Fleckenstein, quien se recuperaba de una enfermedad.
Nienstedt renunció a su cargo como arzobispo de las Ciudades Gemelas como consecuencia de que los fiscales del Condado de Ramsey presentaran cargos en contra de la propia arquidiócesis, por haber fallado en la protección de un significativo número de niños, quienes fueron víctimas de sacerdotes predatorios que habrían aprovechado su posición como sacerdotes en iglesias.
Fueron ocho años los que Nienstedt actuó como arzobispo en las Ciudades Gemelas, quien se retiró sin admitir haber cometido ningún error durante su gestión. En su carta de renuncia, no expresó ningún elemento que diese muestra de que asumiera responsabilidad por los hechos registrados.
Sin embargo, feligreses de la iglesia católica le hacen responsable por no actuar para evitar que los abusos infantiles tuvieran lugar. Barbara Blaine, quien es la presidenta del grupo de Redes de Sobrevivientes de quienes han sido abusados por parte de sacerdotes, dijo que Nienstedt nunca debió haber recibido el permiso para ejercer como sacerdote en el estado de Michigan.
“Oficiales de la iglesia católica en Roma, Kalamazoo [en Michigan] y St. Paul debieron haberle ordenado dejar el cargo,” indica Blaine en un comunicado. “Por la seguridad de los parroquianos y del público, nunca debemos que vuelva a ocupar ningún ministerio.”
La CEO de la Fundación de la Comunidad de Battle Creek, Brenda Hunt, y que administra los bienes eclesiásticos, dijo haber recibido múltiples llamadas telefónicas mostrando honda preocupación por la presencia de Nienstedt, e incluso algunas alertando que retirarían fondos para becas estudiantiles si él permanecía ahí . “Hay muchos lados de la misma historia, pero en una comunidad que tiene muchas iniciativas con el objetivo de apoyar a los chicos y su seguridad, tenemos que considerar a quienes ponemos en posiciones de liderazgo.”
Se desconocen los planes de Nienstedt luego de haber renunciado a la diócesis, luego de que había indicado en un comunicado a los feligreses que nunca había recibido demanda alguna ni cargo legal alguno en su contra.