MINNEAPOLIS, MN.-
La trágica muerte de Brandon Caserta, quien se quitó la vida a los 21 años a causa del hostigamiento y el bloqueo que sufría por parte de sus comandantes en la Marina de Estados Unidos, fue el catalizador de una cruzada de sus padres que busca atajar la “epidemia de suicidios” en las Fuerzas Armadas.
Brandon -al igual que otros militares muertos por suicidio, que en el país sumaron 94 solo en el primer trimestre de 2023- fue honrado esta semana en el Cementerio Nacional de Arlington (Virginia) con la presencia de sus padres, Teri y Patrick Caserta, cuya familia inmigró desde España a principios del siglo pasado.
Entusiasta de los deportes a quien sus compañeros recuerdan siempre sonriente, Brandon se unió a la Marina recién egresado del bachillerato.
“Es la persona más amable que he conocido en mi vida. Trataba a todos de igual forma, sin importar nada. Era famoso por ayudar a niños con necesidades especiales, así que tenía muchos amigos”, relató a EFE su padre Patrick.
En excelente condición física, se enroló en el programa para unirse a los SEALs, la fuerza de operaciones especiales de la Marina, pero una fractura de pierna lo obligó a abandonarlo.
Así comenzó una caída en picada en la que terminó trabajando en el expendio de bocadillos de su base en Norfolk (Virginia) bajo el mando de un oficial abusivo. El oficial lo humillaba públicamente y se burlaba de él por no haber completado el programa de los SEALs.
Subsiguientes tentativas para avanzar en su carrera se toparon con la burocracia naval, y sus súplicas de ayuda encontraron indiferencia e incluso hostilidad de una estructura castrense que estigmatiza la búsqueda de apoyo psicológico.
Deprimido y acorralado, Brandon se suicidó en junio de 2018. La investigación posterior determinó que el trato recibido de su oficial “probablemente fue un factor significativo” en su decisión. El oficial, cuya conducta inapropiada hacia sus subordinados era ya bien conocida, nunca enfrentó acciones punitivas.
Los investigadores descubrieron una carta del militar en la que pedía a sus padres asumir la misión de asegurar que los miembros de las Fuerzas Armadas contaran con acceso a servicios de salud mental sin necesidad de aprobación de sus comandantes y sin temor a represalias.
Determinados a honrar la memoria y el deseo de su hijo, Patrick y Teri bregaron hasta conseguir apoyo bipartidista en el Congreso para la Ley Brandon, de la que son autores.
La ley Brandon fue firmada por el presidente Joe Biden en diciembre de 2021 y ha sido adoptada por todas las ramas de un Departamento de Defensa empujado a encarar una creciente crisis que vio a 519 de sus miembros en servicio suicidarse ese año.
El más reciente reporte de la institución sobre el tema, correspondiente a 2022, indica que la tasa de suicidios ha crecido constantemente desde 2011, y que los jóvenes enlistados son quienes están en mayor riesgo.
En 2022 se suicidaron 492 miembros de las Fuerzas Armadas, incluyendo reservistas, lo que representa una reducción del 6 % respecto al año anterior. Los suicidios del personal en activo, no obstante, aumentaron un 3 % en comparación con 2021.
De puerta en puerta
“Fuimos de puerta en puerta buscando apoyo. Tuvimos copatrocinadores y a lo largo del camino contactamos a LULAC (Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos) y les pedimos que se involucraran”, dijo Patrick.
Patrick, él mismo un oficial retirado de la Marina, explicó que “la Ley Brandon empodera a los miembros de los servicios armados para que puedan obtener la ayuda de salud mental que necesitan, cuando la necesitan”.
Subrayó que las Fuerzas Armadas “tienen cientos de programas para ayudar a sus miembros, pero estos no saben que existen” o bien enfrentan un sistema de apoyo disfuncional y sobresaturado.
“La Ley Brandon abre la puerta a todos estos programas”, expuso, de tal forma que si uno invoca la ley puede ser referido de inmediato al tratamiento que requiere, sin preguntas ni repercusiones.
Añadió que si bien todos los servicios armados han comenzado a implementar la ley, “aún no está donde quisiéramos”.
“Queremos carteles en los sitios de trabajo, maestros informando de la ley, que la ayuda esté disponible desde que uno entra hasta que sale” del servicio militar, dijo.
Adicionalmente a la ley, los padres del joven marino crearon la Fundación Brandon Caserta, cuya misión es “detener la epidemia de suicidios en las Fuerzas Armadas”, ofreciendo asistencia, asesoría, educación y recursos a militares activos, veteranos y familiares.
“Este es el principio. Hay más trabajo por hacer. Vamos a exhortar al Congreso a que agregue elementos a la Ley Brandon para hacerla mejor”, indicó Patrick. “Y tenemos programas que hemos diseñado para educar a personas en el bachillerato y la universidad acerca de la Ley Brandon y sobre cómo cuidarse unos a otros, y mantenerse sanos unos a otros”, finalizó.