MINNESOTA ES EL OCTAVO MEJOR ESTADO PARA EL RETIRO

“Vivir con un ingreso fijo puede ser un desafío, pero con una planificación financiera y presupuestaria cuidadosa, se puede garantizar mejor el bienestar financiero a largo plazo. Puede resultar útil consultar a un asesor financiero de confianza para determinar qué estilo de vida es factible con su presupuesto y cómo reducir costos y priorizar el gasto. Recuerde pagar las necesidades antes de los gastos discrecionales y tener un poco de protección para facturas inesperadas. Muchos adultos mayores activos disfrutan de participar en trabajos a tiempo parcial o en “nuevas carreras” después de la jubilación, lo que, además de proporcionar un bienvenido aumento de ingresos, también puede aportar estructura, oportunidades sociales y un sentido de propósito. Sea creativo a la hora de encontrar formas gratuitas de divertirse y cuidarse a sí mismo, como utilizar la biblioteca local, caminar por el parque o ser voluntario”.
Karen Magruder, LCSW-S – Profesora asistente de práctica, Universidad de Texas en Arlington“¡No hay que avergonzarse de tomar atajos! Recortar cupones y suscribirse a los numerosos “descuentos para personas mayores” que ofrece AARP es un buen comienzo. Además, hay muchos descuentos ocultos para adultos mayores. Por ejemplo, muchos proveedores de servicios de telefonía celular ofrecen ventajas para las personas mayores de 55 años, como acceso gratuito a servicios de transmisión de TV. Priorizar las necesidades. La comida, la vivienda y los medicamentos deben ser lo primero, y sólo entonces se debe gastar dinero extra en lujos como comidas fuera de casa… Desarrolle un presupuesto y respételo. Si no eres un experto en tecnología, comunícate con un amigo que pueda ayudarte a configurar un software económico. Considere trabajar a tiempo parcial o inscribirse en un programa federal de voluntariado como AmeriCorps, que ofrece pequeños estipendios a voluntarios mayores de 55 años”.
Deborah Carr – Directora del Centro de Innovación en Ciencias Sociales; Profesor, Universidad de Boston

“Proximidad a familiares y amigos, costos y características de vida locales (por ejemplo, baja tasa de criminalidad, hospitales de alta calidad y proximidad a aeropuertos), estructura impositiva (nueve estados no tienen impuestos estatales sobre la renta: Alaska, Florida, Nevada, New Hampshire, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, Washington y Wyoming) y el clima (algunas personas quieren alejarse del frío invierno, el hielo y la nieve)”.
Barbara O’Neill, Ph.D., CFP®, CRPC, AFC®, CFEd, CPFFE – Profesora emérita distinguida, Universidad de Rutgers“La primera gran decisión es si trasladarnos o no. Para muchos, lo mejor puede ser quedarse en su vecindario de toda la vida, donde tienen amigos, comunidad y rutina. Comprar y vender una casa también implica costosos honorarios legales. Sin embargo, para aquellos que buscan reubicarse, los factores financieros importantes incluyen costos de vivienda, costos de atención médica y acceso, costo de vida…, impuestos (incluidos impuestos sobre la renta, la propiedad y las ventas); clima: algunas partes de EE. UU. son especialmente vulnerables a fenómenos climáticos extremos, desde olas de calor hasta inundaciones y ventiscas. Estas crisis impulsadas por el cambio climático pueden ser especialmente perjudiciales para la salud de los adultos mayores. Pero también hay costos financieros. Las tarifas de los seguros de hogar pueden aumentar considerablemente en un lugar con riesgo de sufrir daños climáticos extremos”.
Deborah Carr – Directora del Centro de Innovación en Ciencias Sociales; Profesor, Universidad de BostonEl impacto financiero de la inflación hace que muchos estadounidenses reevalúen sus planes de jubilación. ¿Cuáles son algunos nuevos puntos de preocupación para los futuros jubilados al considerar dónde jubilarse?“La inflación básicamente erosiona el poder adquisitivo del dinero con el tiempo, disminuyendo potencialmente el valor de los ahorros para la jubilación existentes. Los jubilados deben anticipar un costo de vida potencialmente más alto debido a la inflación, que incluye gastos cotidianos como vivienda, atención médica, alimentos y transporte. La atención médica tiende a ser especialmente sensible a la inflación, por lo que es posible que los jubilados deban presupuestar la posibilidad de un aumento en los gastos médicos, las primas de seguros y los costos de los medicamentos recetados. Si bien los beneficios del Seguro Social incluyen ajustes por costo de vida (COLA), es posible que estos no siempre sigan el ritmo de la tasa de inflación real, por lo que también debe tener en cuenta la posibilidad de que los ingresos del Seguro Social pierdan algo de poder adquisitivo con el tiempo. En general, incorporar flexibilidad financiera a sus planes de jubilación y tener un colchón adicional se vuelve esencial”.
Karen Magruder, LCSW-S – Profesora asistente de práctica, Universidad de Texas en Arlington“Lo primero para muchas personas a la hora de elegir un lugar para jubilarse es tener una red social (familiares y amigos) cerca para proporcionar posibles servicios de cuidado en el futuro, así como apoyo emocional y, a veces, financiero. La inflación hace que esta prioridad sea aún más importante cuando los ingresos de los jubilados no pueden alcanzar tanto como antes. Un nuevo punto de preocupación es que los gastos de subsistencia han aumentado significativamente en algunas áreas de los EE. UU. como resultado de la inflación (por ejemplo, los costos de materiales de construcción y mano de obra) y otros factores (por ejemplo, los desastres naturales)”.
Barbara O’Neill, Ph.D., CFP®, CRPC, AFC®, CFEd, CPFFE – Profesora emérita distinguida, Universidad de Rutgers