MINNEAPOLIS, MN.-
La empresa de publicidad francesa Publicis, que desarrolló estrategias de márketing para la farmacéutica estadounidense Purdue Pharma, fabricante del analgésico altamente adictivo OxyContin, acordó este jueves pagar 350 millones de dólares por su papel en la crisis de los opioides en Estados Unidos.
Lo anunció en un comunicado la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que presentó en 2019 la mayor demanda del país para responsabilizar de la crisis de los opioides a más de una decena de fabricantes y distribuidores, la mayoría de las cuales negociaron pactos multimillonarios para evitar el juicio.
Publicis Health, parte de Publicis, es la primera empresa publicitaria que negocia un pacto para resolver todas las acusaciones en su contra en esta epidemia sanitaria.
- Entre 2010 y 2019, Publicis desarrolló campañas de márketing y materiales promocionales de OxyContin y otros analgésicos adictivos como Butrans y Hysingla, que eran descritos como seguros y que no creaban adicciones, y colaboró en el desarrollo de estrategias engañosas para aumentar las ventas de Purdue Pharma, explicó la Fiscalía.
- Entre otras cosas, Publicis desarrolló una estrategia ideada por la consultora McKinsey, también acusada en el caso, que se dirigía a los médicos que más recetaban OxyContin , a los que “inundaban” con mensajes sobre los supuestos beneficios de incrementar las dosis a los pacientes, a menudo innecesariamente.
Pese a que no admite ninguna mala conducta ni responsabilidad en la crisis, Publicis indicó en un comunicado que reconoce “el contexto amplio en el que ese trabajo tuvo lugar”, refiriéndose a su propio trabajo publicitario.
De hecho, Publicis señaló que la mayor parte de ese trabajo fue realizado por una subsidiaria llamada Rosetta, que cerró hace una década.
La megademanda por la crisis de los opioides se abrió en Nueva York e incluyó a decenas de compañías encabezadas por Purdue Pharma, que tuvo que declararse en bancarrota, y a sus fundadores y propietarios, la acaudalada familia Sackler, que cayó en desgracia social y empresarialmente.
Entre el juicio, al que solo se enfrentó una farmacéutica, Teva, y los acuerdos del resto de implicadas en el caso -fabricantes, distribuidoras, farmacias, una consultora…- los fondos derivados de aquella megademanda para paliar los estragos de las adicciones ascienden a 50.000 millones de dólares, recoge el canal PBS.
Uno de los mayores pactos con la Justicia fue precisamente el de la familia Sackler, que acordó pagar 6.000 millones de dólares a cambio de no admitir su responsabilidad y con protección contra futuras demandas, una cuestión que sigue encallada en los tribunales al haber encontrado oposición de algunos estados.