SAINT PAUL, MN
Los intérpretes judiciales cierran la brecha lingüística en los tribunales penales y civiles de Minnesota, en los centros de servicios de abuso doméstico financiados por el estado, penitenciarías estatales y celdas de detención, oficinas gubernamentales estatales y municipales, y más.
Los Intérpretes Judiciales se han organizado para aumentar los salarios a estándares actuales, realizando este jueves una acción enfrente de un edificio gubernamental del poder judicial en la ciudad de Saint Paul. Desplegando un pliego petitorio que busca restablecer la oportunidad para salarios competitivos y actualizados a las necesidades actuales.
Con dicha acción de activismo, los simpatizantes e intérpretes judiciales buscan aumentar la compensación a a una tasa de pago competitiva en un esfuerzo por frenar la pérdida de intérpretes de calidad en sus filas y reclutar nuevos talentos.
En 1997, el MJB fijó una remuneración competitiva para el idioma hablado, pero hoy es insuficiente, y activistas buscan restablecer la reputación del Programa de Intérpretes Judiciales de MN como el programa ejemplar y de vanguardia que tenía en sus inicios.
Hoy, los intérpretes de idiomas hablados y de signos conocidos como (ASL), se han quedo atrás mientras que otros servicios obligatorios experimentan un aumento a lo largo de los años, los intérpretes han solo se han visto aumentos simbólicos, mientras que las tarifas de los otros servicios se han duplicado, consumiendo una porción mayor del presupuesto de servicios obligatorios.
Los intérpretes han estado intentando trabajar con el Poder Judicial de Minnesota durante años para abordar las preocupaciones sobre la remuneración, equidad y condiciones laborales de los intérpretes contratados de forma independiente. El trato desigual de los intérpretes judiciales refleja mal la obligación del Poder Judicial de Minnesota y de los Tribunales de Distrito de igualdad de acceso a la justicia.
Las condiciones económicas acentuán la situación de los intérpretes de corte, algunos indican que es casi imposible ganarse la vida como intérprete judicial. En consecuencia, los intérpretes están abandonando la profesión por otro trabajo después de haber recibido sólo aumentos insignificantes durante los últimos 27 años.
Debido a la falta de actualización, los salarios netos de los intérpretes de corte se han erosionado hasta tal punto que se ha desplomado a casi el salario mínimo después de tomar en cuenta el tiempo de viaje, el kilometraje, el seguro, la gasolina, el tiempo de preparación, etc. Esto no es sostenible para los intérpretes que luchan por cubrir una semana laboral de 20 horas.
Los líderes de este movimiento indican que, como cuestión de equidad racial, tanto en términos de pago de intérpretes como de acceso a la justicia, la política de pagos restringe el acceso igualitario a la justicia para personas con dominio limitado del inglés, que las políticas de programación y pago del tribunal limitan la mayoría de las sesiones de intérpretes a unas pocas horas por día.
Como resultado, los intérpretes judiciales normalmente sólo pueden facturar unas 20 horas por semana, suponiendo que realmente trabajen ambas sesiones de mañana y tarde todos los días. Sin embargo, poder facturar 20 horas completas es inusual para la mayoría de los intérpretes y es imposible para quienes hablan lenguas menos comunes.
Dichas condiciones han mermado el personal capacitado para realizar tan importante trabajo en la comunidad, desde el comienzo y seguimiento en 2019, la lista de intérpretes judiciales experimentó una pérdida de más del 20 % en intérpretes activos. Los bajos salarios en los tribunales se citan como el principal factor a la hora de elegir otro trabajo de interpretación.
Sin intérpretes, los inmigrantes y ciudadanos con dominio limitado del inglés no pueden comunicarse. Interpretes proporcionan servicios profesionales, competentes e indispensables para que los poderes ejecutivo y judicial del gobierno funcionen como lo más suavemente posible.
