MINNEAPOLIS, MN
Un estudio más busca respuestas sobre las razones que llevan a la evidente disparidad entre grupos étnicos y raciales en las Ciudades Gemelas de Minnesota. Se trata de un estudio bajo encargo del Concejo Metropolitano, que parte de la pregunta sobre la persistencia de dicha disparidad, aun cuando los grupos poblacionales tengan características demográficas similares.
En un modelo de análisis, cuando los investigadores suponían edades iguales, condición migratoria y habilidad de hablar inglés iguales, los residentes afroamericanos caen aún peor que los blancos cuando se trata de propiedad de viviendas, empleo y salario por hora, de acuerdo con el reporte presentado este martes por el mismo Concejo Metropolitano.
La brecha entre las tasas de propiedad de vivienda entre blancos y negros fue especialmente profunda. Los investigadores ajustaron entonces por ingreso por hogar y otros factores, logrando con ello forzar que la tasa de propiedad de vivienda pasara, en el modelo, de 25 a 48 por ciento. Sin embargo, esa misma cifra se mantuvo muy por debajo de la tasa de 78 por ciento entre los blancos.
El reporte reconoce que las diferencias demográficas son parcialmente responsables de las disparidades raciales y étnicas, pero esas brechas se mantienen incluso cuando esas diferencias demográficas eran removidas.
Entre las conclusiones del reporte, se establece que la raza y la etnicidad – en comparación con otras diferencias en variables demográficas – son las que determinan en mayor medida las disparidades raciales en la región.
Líderes estatales han puesto atención con mayor fuerza en las enormes brechas raciales, las que de acuerdo con algunas medidas se encentran entre las mayores en todo el país. Las inequidades económicas ofrecen un panorama sórdido para el estado, dado que la gente de color es el segmento de población que constituirá la fuerza laboral del futuro en su mayoría.
Una proyección del Concejo Metropolitano predice que para el 2040, a gente de color representará más del 40 por ciento de la población total de las Ciudades Gemelas.
En su Estado del Estado, el mismo gobernador Mark Dayton, se habría referido el mes pasado a las disparidades entre grupos étnicos y raciales, llamándoles terribles e inaceptables. Ante el reporte del Concejo, Dayton afirmó que el reporte subraya de nueva cuenta la urgencia en la necesidad de implementar acciones para reducir las disparidades raciales en el estado.
Por su parte, la demógrafa del estado, Susan Brower, coincide con otros investigadores como Bruce Corre, de Concordia University, y Rodolfo Gutierrez, de Hispanic Advocacy and Community Empowerment trhough Research (HACER), quienes sostienen que un modelo teórico puede ocultar realidades innegables.
“No vamos a decir que no hay discriminación racial en práctica. Pienso que es muy probable que esta exista,” dijo Brower. “Pero este reporte no tiene los datos que se necesitan para responder en forma específica a esa pregunta.”
O, como habría dicho Gary Cunningham, el igualar en asuntos como educación, o edad, no es posible determinar lo que realmente incide en las diferencias. Los datos del Concejo, podrán haber sido un ejercicio interesante en un aula de clase, pero no permitirán en realidad avanzar en la lucha contra las disparidades con base racial o étnica que prevalecen en Minnesota.
