MINNEAPOLIS, MN.-
Socorristas de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que ayudan a sobrevivientes del huracán Helene en el estado de Carolina del Norte, tuvieron que ser relocalizados en centros de trabajo seguros durante el fin de semana tras recibir amenazas.
Los trabajadores se vieron obligados a hacer un alto después de que, según informes, las tropas de la Guardia Nacional descubrieron camiones de milicianos armados que estaban “cazando a FEMA”, debido presuntamente a desinformación sobre las respuestas a las tormentas recientes, según el canal de televisión CNN.
Mientras tanto, el diario The Washington Post indicó el sábado que empleados que operaban en el condado de Rutherford, muy afectado por el huracán, serían reubicados debido a las preocupaciones sobre una “milicia armada” que amenazaba a estos trabajadores en la región, y citaba un correo electrónico enviado a las agencias federales que ayudan con la respuesta en Carolina del Norte.
De acuerdo con el periódico, un funcionario del Servicio Forestal de Estados Unidos, que apoya los esfuerzos de recuperación con FEMA, envió un mensaje urgente a numerosas agencias federales: “FEMA ha recomendado a todo el personal del condado de Rutherford, Carolina del Norte, que se retire y evacúe el condado de inmediato”. El mensaje decía que las tropas de la Guardia Nacional “se habían topado con dos camiones de milicianos armados que decían que estaban buscando a la FEMA”.
De inmediato, los trabajadores fueron llevados a lugares seguros desde donde continúan ofreciendo ayuda tras la devastación del huracán, confirmó posteriormente FEMA.
“Para la seguridad de nuestro dedicado personal y de los sobrevivientes del desastre a los que estamos ayudando, FEMA ha realizado algunos ajustes operativos”, indicó la agencia.
Como medida de precaución se suspendieron las operaciones de FEMA el domingo en el condado de Ashe, cerca de las fronteras de Tenesí y Virginia.
Al menos la mitad de las 235 muertes causadas por Helene fueron en Carolina del Norte, donde causó gran devastación.