MINNEAPOLIS, MN
Davis y Caroline Moturi vivieron una pesadilla durante el último año. Se encontraron viviendo al lado de John Sawchak, un racista que ha aterrorizado al vecindario durante al menos una década. Davis, que es negro, fue objeto con frecuencia de los ataques, amenazas y diatribas racistas de Sawchak.
Denunció cada incidente a la policía de Minneapolis, que siempre se abstuvo de actuar. Un comandante le dijo a la familia que no arrestarían a Sawchak “por la seguridad de los agentes”. Si no era seguro para los agentes arrestar a Sawchak, ¿por qué el MPD consideraría seguro que la familia Moturi siguiera viviendo al lado de él?
La situación culminó cuando Sawchak disparó contra Davis desde su apartamento el 23 de octubre mientras Davis hacía tareas de jardinería. Incluso entonces, el MPD no tomó medidas a pesar de una orden judicial y de los cargos emitidos por la fiscal del condado de Hennepin, Mary Moriarty. Los líderes del MPD le dijeron a la Sra. Moriarty que no ejecutarían la orden judicial, citando la seguridad de los agentes. Continuaron permitiendo que Sawchak, un intento de asesinato que había amenazado a otras personas del vecindario, permaneciera en su apartamento y pusiera en peligro a la comunidad.
Para colmo de males, el jefe de policía Brian O’Hara celebró una conferencia de prensa el 25 de octubre en la que culpó a Davis Moturi, a la fiscal del condado de Hennepin, Mary Moriarty, y a la comunidad por las fallas del MPD. Sawchak permaneció en su casa mientras Davis Moturi yacía en una cama de hospital. El comisionado de seguridad comunitaria Toddrick Barnette y el alcalde Jacob Frey permanecieron en silencio.
El 27 de octubre, cuatro días después del tiroteo, el jefe O’Hara se vio obligado a admitir que la ciudad y el MPD habían fallado a la familia Moturi, aunque siguió culpando a la comunidad por la inacción del MPD.
Finalmente, anoche se formó un equipo SWAT (sólo después de la protesta pública) y Sawchak fue arrestado con éxito. Incluso entonces, el alcalde Frey puso excusas para la acción tardía, alegando que la policía estaba ocupada con otros asuntos, aunque es difícil imaginar qué podría ser más importante que detener a un conocido intento de asesinato, que seguía representando un peligro para sus vecinos.
La conducta del jefe O’Hara y del alcalde Frey es inadmisible. A lo largo de todo este asunto han demostrado que no están dispuestos ni son capaces de mantener la seguridad de la comunidad. Se pide el despido del jefe O’Hara y la dimisión del alcalde Frey. El Departamento de Policía de Minneapolis no puede reformarse bajo su liderazgo. También pedimos una investigación exhaustiva para determinar por qué la ciudad permitió que un individuo amenazara a sus vecinos durante una década y por qué las súplicas de ayuda de los Moturi no recibieron respuesta.
Exigimos además que la Ciudad proporcione inmediatamente fondos para pagar las facturas médicas de Davis y otros gastos para permitir que la familia Moturi se recupere de los daños causados por la negligencia del MPD.
Esta declaración es emitida por una coalición de organizaciones de rendición de cuentas policial: Black Lives Matter Minnesota, Black Lives Matter Twin Cities Metro, CAIR-Minnesota, Communities United Against Police Brutality, Daunte and Kobe No More Names Initiative, Families Supporting Families Against Police Violence, Minneapolis for a Better Police Contract, Racial Justice Network, Twin Cities Coalition for Justice
Communities United Against Police Brutality
