SAINT PAUL, MN
Todas las apuestas y movimientos “tácticos” que Ted Cruz había hecho, sirvieron de muy poco para detener la aplanadora de Donald Trump en pos de la nominación republicana para la candidatura a la presidencia.
Primero fue la “alianza estratégica” con el exgobernador de Ohio, el también pre-candidato, John Kasich; luego, Carly Fiorina, la controvertida política que surgió igualmente como contendiente y que abandonó la carrera en forma muy temprana, y que, acaso simbólicamente, habría sufrido una caída apenas ayer durante un acto de campaña.
Hoy, cuando CNN anunciara que Donald Trump se colocaba como triunfador en las elecciones primarias republicanas del estado de Indiana, Cruz decidió finalizar su carrera por la candidatura, dejando el camino prácticamente llano para que el partido republicano no tenga otra opción que apoyar la candidatura del empresario televisivo.
“Juntos dejamos todo en el campo en indiana, dimos todo lo que teníamos,” dijo Cruz. “Así que, con un dolor profundo en mi corazón, pero con un optimismo sin fronteras, por el futuro a largo plazo de nuestra nación, estamos suspendiendo nuestra campaña,” dijo Cruz a sus simpatizantes.
Ante su derrota en Indiana, para Cruz no quedó alternativa que abandonar su intención de dar alcance a Trump en la carrera por delegados republicanos en la Asamblea, cuando se necesitan 1,237, con un panorama que apunta a una convención cuestionada, y acaso que tendrá que resolverse en forma singular. John Kasich es ahora el único candidato republicano que se mantiene en la carrera contra Trump, y sin embargo Kasich ha triunfado en tan sólo una elección primaria, en su propio estado, y se encuentra por detrás de Trump por caso 900 delegados.
Ofreciendo mantenerse en la campaña, a fin de “ofrecer a los votantes una opción clara para nuestro país,” Kasich tiene sin duda un panorama sumamente complicado en lo que resta del proceso de nominación.
Un dato importante a considerar es que las primarias que empujaron al Cubano-Canadiense abandonar la carrera atrajeron tan sólo a la mitad de los potenciales electores del partido, quienes expresaron tener poco entusiasmo por ninguno de los precandidatos. Sin embargo, junto con quienes sí participaron, los abstencionistas expresaron que apoyarían a cualquiera de los candidatos que resulte triunfador dentro del partido en la recta final por la presidencia. Así, todo parece apuntar a que D. Trump será el candidato, y que acaso termine contando con mayor apoyo del que hasta hoy han reportado las encuestas en distintos escenarios.
Entre tanto, en el lado demócrata, Bernie Sanders se erige como triunfador en Indiana, aun cuando el resultado no parece afectar la carrera de Hillary Clinton, quien sigue perfilada como la candidata demócrata que enfrentaría acaso a Trump, en lo que se espera sea una campaña final sucia, misógina e insultante por parte del republicano converso. Ello incluye sin duda el ataque sistemático en contra de inmigrantes latinos, y en particular (si acaso el mogul de la comunicación sabe identificar y no emplea este patronímico genéricamente para referirse a los mismos latinos) contra los mexicanos.