MINNEAPOLIS, MN
Uno de los vehículos que se encontraba sobre el puente de la cartera 35 W en el momento en que este colapsó, transportaba a un jovencito, a punto de cumplir 11 años de edad, cuando éste cayó al precipicio a una altura de 30 pies, al tiempo en el que el puente simplemente desapareció de debajo del autobús escolar. Se trata de Mohamed Roble.
Para sorpresa de muchos, hoy, y de acuerdo con el testimonio en la corte en donde se lleva a cabo el caso de terrorismo a nivel federal, Roble, quien cuenta entre las 145 personas que resultaron lesionadas como consecuencia del colapso del puente, que también provocó la muerte de otras 13 personas, se encontraría vinculado con el grupo del Estado Islámico (ISIS), en Siria.
Roble viajaba con cuatro parientes en el autobús que contaba con 52 estudiantes y varios adultos sobre el puente, cuando este se vino abajo, el 1 de agosto del 2007, provocando que sobre ello se centrara la atención de todo el país y del mundo entero, cuestionando la seguridad con que la infraestructura de los caminos y puentes, además de otra infraestructura, tienen en realidad.
Las lesiones con que Roble emergió del colapso del puente incluían dolores de cabeza, brazo y cuello, además de intenso dolor de espalda. También reportó la recurrencia de pesadillas y por ello fue diagnosticado con Desorden Post Traumático, según se puede corroborar en los archivos de hospital. Incluso, una carta escrita por el terapista de Roble dice “parece que es quien se encuentra con mayores traumas entre los familiares que estaban en el autobús” y “ha trabajado bajo la premisa y creencia de su creencia espiritual que decía que ‘Dios le había salvado para cumplir con algún propósito.”
Debido a las lesiones recibidas, la corte estatal dictaminó en su caso y en el del resto de los lesionados, otorgándoles una compensación debido a su presencia en el momento del accidente. Roble recibiría una suma total de $65,431.22 dólares en el momento en que cumpliera 18 años de edad. Ello ocurrió aproximadamente un mes y medio antes de que Roble abandonara los Estados Unidos para dirigirse a Estambul, en Turquía.
El nombre de Roble emergió en la corte federal la semana pasada cuando tenía lugar el juico de tres hombres de Minnesota acusados de conspirara para viajar a Siria y unirse a el grupo del ISIS. Algunos testimonios sugieren que al menos algunos de esos hombres dentro del grupo conocían a Roble personalmente, y sabían que tenía dinero, por lo que le habrían solicitado que les financiara los diversos viajes que deseaban realizar.
Uno de los hombres incluso declaró que Roble habría llegado a Siria con miles de dólares en su poder, y abría financiado algunas bodas, habría contratado nuevo soldados y comprado automóviles en el país.
Roble es asiduo usuario de las redes sociales, destacando el Facebook, medio por el cual se cree se comunica con simpatizantes y con ello logra reclutar nuevos seguidores.
De acuerdo con los archivos, se sabe que sus padres creían que Roble tenía dificultades para asimilar el desastre y manejarlo de forma apropiada. Otros reportes indican que su Desorden Post Traumático podría ser crítico, cuando que Roble pensaba que él había sido maldecido, y que algo malo le estaba pasando.