
MINNEAPOLIS, MN. Por Mike Moen
Unas 45 guarderías de Minnesota cerraron temporalmente sus puertas a principios de esta semana para poner de relieve la actual crisis de atención infantil. Los defensores afirmaron que el mosaico de apoyo no está haciendo mucho por ayudar a las familias que tienen dificultades para afrontar los costos y el acceso.
Decenas de centros participaron en los eventos del “Día sin guarderías “, algunos suspendieron sus servicios el lunes y otros hoy.
Justine Olson, una trabajadora de la salud en el área de Duluth, dijo que conseguir atención para su hijo de siete meses ha sido una lucha. Su sitio fue cerrado brevemente y ella espera que la gente se dé cuenta de lo problemático que es para los hogares que trabajan.
“Sólo puedo repartir una cierta cantidad de miles (de dólares) cada mes, y el cuidado infantil es obviamente uno de esos miles”, señaló Olson. “En este momento, es una especie de círculo vicioso. Quieres ir a trabajar, pero tampoco puedes llevar a tu hijo al trabajo”.
La respuesta a la crisis se considera una cuestión bipartidista y estados como Minnesota han invertido fondos para ayudar a cerrar las brechas. Pero los defensores dijeron que las preocupaciones como los bajos salarios de los trabajadores de cuidado infantil siguen manteniendo el servicio fuera de su alcance. Las congelaciones de fondos federales bajo la administración de Trump han complicado aún más el asunto, ya que los padres y los centros monitorean el destino de los subsidios.
La coalición detrás de los eventos de Minnesota reconoció que la Legislatura estatal busca mantener el límite en el gasto de esta sesión.
Lydia Boerboom, organizadora principal de la coalición Kids Count on Us, dijo que no se trata sólo de evitar recortes presupuestarios sino más bien de encontrar algún espacio para aumentar la ayuda, de modo que un recurso vital no colapse.
“El cuidado infantil no es sólo algo que está bien tener”, afirmó Boerboom. “En realidad, es un servicio y una necesidad realmente cruciales para todas nuestras familias y nuestra economía”.
Agregó que al menos seis centros de cuidado infantil en Minnesota se vieron obligados a cerrar el año pasado.
A pesar de que el desafío ha recibido más atención en los últimos años, Olson siente que la tensión que sufre el sector del cuidado infantil aún no es una “preocupación prioritaria” entre los responsables políticos o el público.
“Creo que debería verse más como un servicio a nuestro país”, sugirió Olson. “Algo así como el Servicio Postal o la policía. En realidad, no se espera que ganen dinero, se espera que hagan que nuestra sociedad funcione”.