Los martes y viernes son el “día del camión”, cuando la comida llega a la prisión de Rush City.
El viernes 14 de febrero se entregó un lote de pollo congelado. Al descongelarlo, varios trabajadores de cocina encarcelados informaron que estaba podrido. El supervisor de cocina coincidió en que estaba podrido. Sin embargo, esta decisión fue revocada por Crystal Kraft, directora de Servicios de Alimentos de Rush City.
Varios trabajadores del turno matutino se negaron a preparar o cocinar el pollo, que según ellos “olía a podrido” y estaba “amarillo, marrón y rosado“. Pero lo molieron y lo sirvieron en las instalaciones el domingo 16 de febrero, y de nuevo, a pesar de las quejas de las familias, el martes 18 de febrero, como “teriyaki”.
Keith Crow, quien está encarcelado en Rush City y vive en la unidad de trabajadores de cocina, afirma: «Nadie debería ser obligado a comer comida podrida. Pero, por desgracia, el resto de la prisión desconocía las preocupaciones de los trabajadores de cocina y comía comida que probablemente los enfermaría». Afirma que «las prisiones priorizan el dinero por encima de la humanidad».
En los últimos años, varios trabajadores de cocina encarcelados han denunciado que el Departamento Correccional compra regularmente productos de segunda mano que están a punto de caducar o que ya han caducado. Esto incluye otro caso reciente en Rush City donde se sirvieron gofres precocinados visiblemente mohosos y una queja recurrente sobre alimentos etiquetados como “no aptos para el consumo humano” que se les daba a los presos.
Brandy Earthman, quien tiene dos seres queridos en la prisión de Rush City, habló con varios trabajadores de cocina que se metieron en problemas por no servir el pollo podrido y otros alimentos caducados. Afirma que les dijeron que la comida seguía en buen estado después de la fecha de caducidad.
Ella cree que deberían despedir al director de cocina y poner las prisiones bajo supervisión externa. “Mi familia se ve obligada a vivir de alimentos no aptos para el consumo humano, ¿cómo puede alguien aceptar eso?”
