MINNEAPOLIS, MN
Este 16 de Mayo da comienzo el mes sagrado para los musulmanes, conocido como el Ramadán. Se trata de un período durante el cual los creyentes practican ayunos cotidianos, sin consumir agua ni alimentos a lo largo del periodo que va del amanecer al atardecer. Esto es, desde que el sol aparece, y hasta que se oculta en el horizonte, los creyentes no consumen alimento, y dedican el día entero a reflexionar sobre sí mismos.
Al mismo tiempo, y a lo largo de 30 días, los musulmanes se abstienen de fumar, de sostener malos comportamientos y evitan, al máximo, pensamientos “impuros.” En estos días, no será común escuchar a los musulmanes el uso de malas palabras ni hablar mal de otras personas, ni tampoco verse envueltos en peleas. Incluso los países que, siendo seguidores del Corán, declaran períodos de paz en observancia del Ramadán.
La celebración de este período se asocia con el momento durante el cual el profeta Mahoma habría recibido las primeras revelaciones divinas que le llevaron a escribir en su totalidad el Corán, el libro sagrado de la fe musulmana.
El Ramadán tiende a presentarse en distintos períodos del año en el calendario juliano, pues se asocia con la representación del noveno mes en el calendario islámico, un calendario lunar, y por lo mismo, el Ramadán comienza cuando llega a conformarse la luna nueva en el mes correspondiente. Incluso, debido a que la luna puede ser vista en forma distinta de país en país en diversas partes del mundo, es bastante común que la celebración dé comienzo en momentos diversos dependiendo de cada país.
El ayuno al que se comprometen, y en su mayoría siguen, los musulmanes, busca traer a quien tiene la fe, más cerca a Dios, y mantenerlos alejados de quienes no han tenido buena fortuna a lo largo del año. Durante este período, es común que los musulmanes donen importantes cantidades de dinero a organizaciones de caridad, al tiempo que alimentan a los hambrientos.
El ayuno es un ejercicio de auto control. Es percibido como una forma de desintoxicación tanto física como espiritual, eliminando las tentaciones que provocan el café matutino o bien el consumo de un cigarrillo, e incluso el que conlleva el antojo por un bocadillo entre comidas o al medio día.
El Ramadán es visto como un tiempo para desligarse de los placeres mundanos y para enfocarse en los rezos de uno mismo. Muchos musulmanes tienden a vestir en forma más conservadora durante el Ramadán y pasan más tiempo en la mezquita en comparación con cualquier otro período del año.
El ayuno durante el Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam, junto con la declaración musulmana de fe, el rezo diario, la caridad, y el practicar el peregrinaje a la Meca.
Para romper el ayuno al final del día, regularmente se toma un pequeño sorbo de agua, siendo este el momento más esperado por los observantes. A ello le sigue el comer dátiles, como se supone el profeta Mahoma lo hizo hace cerca de 1,400 años. Una vez roto el ayuno del día, la familia o los individuos suelen reunirse para cenar juntos. Por la mañana, consumirán un alimento con características específicas para poder soportar el día entero. A este alimento se le llama “suhoor.”
