BLAINE, MN. Mike Moen
En muchas pequeñas comunidades de Minnesota, las ventanas del ayuntamiento exhiben carteles de “Se buscan bomberos”. La falta de interés es una realidad que los jefes de bomberos locales deben afrontar, pero no se dan por vencidos.
El Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios dijo que, tras la reciente pandemia, el número de bomberos no asalariados había disminuido. Alrededor de 675.000 . A principios de la década de 1980, la cifra se acercaba a los 900.000. Los investigadores observaron que la mayoría de los departamentos de bomberos de EE. UU. son voluntarios.
Brett Anderson, jefe del Departamento de Bomberos del Área de Mora, que cuenta con 31 bomberos de guardia, dijo que afortunadamente lograron tener su personal completo gracias a la publicidad local y al énfasis en el sentido de camaradería.
“Tienes que capacitarte, tienes que educarte. Tienes que hacer todo eso para saber qué hacer cuando suene el localizador”, explicó Anderson. “Pero si tienes al bombero más cualificado del mundo, pero no tiene la pasión, o no tiene la pasión para atender una llamada a las tres de la mañana, no importa lo bueno que sea en su trabajo”.
Considera que el atractivo de la “familia” se ha desvanecido con los años y que restablecerlo puede ser una herramienta de “boca a boca” para atraer solicitantes. Anderson señaló que los departamentos circundantes tienen dificultades con la dotación de personal, lo que podría alargar los tiempos de respuesta para la ayuda mutua. Los bomberos voluntarios pueden no ser asalariados, pero sí reciben una compensación, incluyendo ciertas prestaciones.
Ben Duske, jefe del Departamento de Bomberos de Waverly, afirmó que su equipo de voluntarios está por debajo de lo esperado. Señaló que un avance positivo es la difusión de información sobre la prevalencia del teletrabajo, lo que facilita que las personas suspendan sus trabajos a tiempo completo y ayuden cuando sea necesario.
“Contamos con tres o cuatro personas en nuestro departamento capaces de responder a llamadas durante el día, lo cual es un gran beneficio”, reconoció Duske.
Los líderes del departamento señalan que no existe una fórmula mágica, y citan la presión que enfrentan los hogares para centrarse exclusivamente en carreras que sustenten a la familia, como una de las muchas cosas que reducen las pilas de solicitudes.
Jim McCoy, jefe del Departamento de Bomberos de Austin, estuvo de acuerdo y dijo que más allá de los salarios por hora, transmitir el mensaje de espíritu comunitario es algo en lo que deben apoyarse.
“Ayudamos a las personas en sus peores momentos, en su peor día”, observó McCoy.
