SAINT PAUL, MN
Son 318 los nombres de lagos, ríos y pozos subterráneos de agua que han sido declarados altamente contaminados, y de riesgo para el ser humano, según anunció la Agencia de Control de Polución de Minnesota (MPCA por sus siglas en inglés). Con ello, cerca de la mitad de dichos sitios (48 por ciento) han sido declarados como altamente contaminados en los pasados 10 años.
Según la MPCA, hoy el estado cuenta con 4,600 lagos, ríos y pozos en el estado que han sido considerados como “seriamente dañados,” lo cual se traduce en que dichas fuentes acuíferas han fallado en cumplir con al menos un estándar de calidad de agua. Las pruebas se han desarrollado hasta el momento entre cerca de dos tercios de las aguas del estado, habiéndose encontrado contaminantes provenientes de granjas, bacterias, mercurio u otros contaminantes.
Para Glenn Skuta, director de la división de cuencas acuíferas de la MPCA, el conocer los datos sobre la calidad del agua es muy importante, pero más importante aún es que dicha información llegue a las instancias apropiadas a fin de que éstas implementen las medidas necesarias para lograr mejorar la situación.
El gobierno del estado debe enviar una lista de aguas contaminadas a la Agencia de Protección Ambiental federal cada dos años. La lista se ha incrementado en la medida en que el estado inspecciona un mayor número de afluentes y lagos en todo el estado.
Desde la perspectiva del gobierno federal, todos los estados deben cumplir con los mandatos del Acta Federal de Aguas Limpias, que indica que las aguas deben ser potables, aptas para la práctica de la pesca y aptas para que la gente pueda practicar natación.
Entre los hallazgos más relevantes, en el estado la mayor parte de las aguas contaminadas se localizan en la parte este y sur de Minnesota, en donde se desarrolla la agricultura con mayor intensidad. El exceso de tierra, fertilizantes y diversos nutrientes agrícolas, pueden dañar la vida acuática.
Se estima que para el 2020 se complete el análisis y evaluación de los 80 mayores afluentes en todo el estado. Skuta indicó que el estudio considera la forma en que viven y conviven peces e insectos en el agua, con la conclusión de que en muchos de las concentraciones de agua, ni nos peces ni los insectos se encuentran en buenas condiciones; han dejado de ser poblaciones animales saludables.
Como parte de la estrategia de evaluación, los lagos y fuentes como pozos subterráneos serán monitoreados cada 10 años, a fin de mostrar si el estado ha logrado reducir los niveles de contaminación. Al mismo tiempo, diversas agencias locales y estatales se encuentran en el proceso de desarrollar planes para restaurar las aguas contaminadas y contribuir a revivir las zonas.
