SAINT PAUL, MN
Fue todo sonrisas, fue el mismo magnate de televisión que despedía sin ton ni son a los concursantes del Aprendiz, se trató del mismo empresario que organizó por mucho tiempo los concurso de belleza de Señorita Universo. Fue el mismo empresario que ha declarado innumerables ocasiones estar en bancarrota al tiempo que presume contar con millones y millones de dólares como parte de su fortuna. Si, el mismo cuya esposa ha sido señalada, como más reciente acontecimiento, de haber plagiado partes del discurso de Michelle Obama en el 2008, durante la convención demócrata que otorgó la candidatura a la presidencia a su esposo Barack. El mismo al que el precandidato Ted Cruz se negó a apoyar, al indicar que había insultado a su esposa.
Si, Donald Trump ofreció su discurso de aceptación formal de la candidatura republicana a la presidencia de los Estados Unidos, como gran final de los tres días que duró la misma convención republicana en Cleveland, Ohio.
En su discurso, el magnate de comunicaciones, ofreció una imagen oscura de unos Estados Unidos en declive. Y en su discurso, a ojos de algunos analistas en diversas cadenas de televisión, acudió reiteradas ocasiones a inocular mayor temor, mayor división, mayor enojo y mayor odio entre los asistentes a la convención. Como si fuese un recordatorio intencional de que el nuevo candidato es un individuo temperamental, acaso demasiado temperamental como para mantener la calma cuando sea necesario en el cargo al que aspira, el de presidente de los Estados Unidos.
Sin ofrecer en realidad soluciones que se traduzcan en ayuda a las familias trabajadoras a que tanto aludió en sus discursos, Trump reiteró sus ataques, sistemáticos, en contra de su potencial contrincante demócrata, Hillary Clinton. En su discurso, Trump se comprometió a “proteger al país y restaurar la ley y el orden.”
El ya candidato oficial hizo alusión a la violencia que priva en las calles de diversas ciudades del país, y que presentan, según él, imágenes de caos en las comunidades que en ellas conviven. Con ello, el magnate indicó que dicha situación llegaría a su fin a partir del 20 de enero del 2017, cuando, como presidente, “restaurará” la seguridad en las calles.
Trump apuntó que el legado de Hillary Clinton sería la muerte, la destrucción, el terrorismo y la debilidad del país. Llamó a sus seguidores a rechazar dicho legado, al rechazar la continuidad en el poder de “los mismos políticos que han creado…” “la pobreza y la violencia en casa y la guerra y la destrucción fuera de las fronteras.”
Así, con un discurso incendiario, que a todas vistas se presenta como provocador e incitador a confrontaciones, cerró la convención republicana este jueves. Una convención que pasará a los glosarios de historia como un evento caótico, sin mayor estructura que la que impuso el sentido televisivo del nuevo y flamante candidato. Una reunión de republicanos de la que estuvieron ausentes muchos, algunos notables, republicanos. Y en la que otros notables republicanos se atrevieron a levantar la voz y expresar sus reticencias a brindar apoyo a Trump, quien sin embargo insistió en que logrará reunificar al país.
Ahora habrá que esperar lo que ocurra la semana entrante en Filadelfia, dentro de la convención demócrata, en donde se nombrará oficialmente a Hillary Clinton como contrincante del hombre de espectáculos y shows de tercera, Donald Trump.
El discurso más largo en las nominaciones presidenciales republicanas: #Trump. #RNCinCLE https://t.co/7hbMQpRKVf
— Univision Política (@UniPolitica) July 22, 2016
