MINNEAPOLIS, MN
Este jueves, 28 de julio de 2016, Sandra Grazzini-Rucki, de 50 años, ha sido encontrada culpable de esconder a sus dos hijas de su padre por un período mayor a dos años. Por ello, Grazzini-Rucki ha sido convicta, teniendo que enfrentar seis cargos en su contra, según dictó un jurado del Condado de Dakota, por negar y evitar los derechos de custodia y de paternidad al padre de las mismas. Entre los cargos declarados en su contra, se cuenta el provocar que las hijas sean fugitivas, a causa de las acciones emprendidas por la propia Sandra.
Las jóvenes adolescentes fueron encontradas en un rancho de caballos al este del estado, luego de que habían desaparecido a la percepción pública desde el mes de abril de 2013. En dicho momento, las jóvenes contaban con 13 y 14 años de edad, y habrían sido trasladadas cerca de 200 millas alejadas de su padre quien vivía entonces en Lakeville. La madre habría decidido llevar a sus hijas a dicho rancho, cercano a la población de Herman, para esconderlas de su padre a lo largo del período que cubrió un proceso de divorcio que resultó amargo.
El abogado del condado de Dakota, James Backstrom, dijo que la acción era inaceptable, que no era posible que ningún padre o madre escondiera a los hijos de ninguno de los padres con derecho a custodia, como lo ha hecho la madre de las jóvenes. Y dijo también que el caso no se enfocaba en el tiempo de encarcelación que deba aplicarse a la madre, sino el establecer la responsabilidad de la mujer en la comisión de un comportamiento completamente ilegal. No se puede tomar la ley en propia mano y actuar en clara violación de las órdenes de cortes legislativas, incluso aun si no se está de acuerdo con las mismas leyes, y mucho menos cuando se involucra a los hijos de uno mismo.
El abogado de Grazzini-Rucki, Stephen Grigsby, indicó que el veredicto excedía por mucho el nivel de decepción, indicando que la mujer debería apelar la decisión del jurado, aun cuando dicha situación no estaba en sus manos, pero que habría suficientes elementos para promover la apelación. Entre otros elementos, Grigsby indicó que la juez no contaba con las bases legales suficientes al momento en que permitió la presentación de evidencia que fue empleada para desacreditar a su cliente.
El abogado indicó que Grazzini-Rucki había testificado durante el juicio, indicando que las chicas habían escapado de la casa paterna debido a que se encontraban aterrorizadas de su propio padre, y que habían intentado escapar aun sin el consejo de su propia madre. Por ello, indica el mismo abogado, la mujer decidió poner a sus hijas bajo la custodia de alguien en quien ella tenía plena confianza a fin de protegerlas.
A lo largo del juicio, Grazzini-Rucki se encontraba bajo libertad, y sin embargo dicha condición cambió al concluir el mismo, quedando bajo custodia, con una fianza que fue fijada en $100,000 dólares o $50,000 si se cumplen algunas condiciones. Mientras tanto, la sentencia final ha sido programada para el 21 de septiembre, pudiendo enfrentar hasta un año en prisión, o menos si observa buena conducta. Los dueños del rancho Caballo enfrenta cargos delictuosos por su participación en el caso.
