SAINT PAUL, MN
Fue una noche de lluvia, en la que quienes nos encontrábamos dentro del teatro en el Centro Ordway, sentimos al unísono la vibración de nuestros teléfonos celulares que anunciaban una fuerte tormenta azotando el centro de la ciudad de St. Paul. Pero para nadie ello sirvió de distracción, pues en ese momento otra tormenta daba marco a una serie de recuentos cuasi-históricos en una presentación de la obra musical de Lerner y Lowe, Pinta tu Carreta (Paint your Wagon).
Con la presencia y liderazgo de Rober Cuccioli (representando a Ben Rumson), un nutrido número de actores se unen en la narración, con canciones, bailes y un extraordinario diseño en escenario y foro, de la historia de un grupo de personas que confluyen en la Ciudad Sin Nombre, durante la era de la Fiebre del Oro. Un período en el que se considera inició la expansión de los Estados Unidos al Oeste, con miles de personas dirigiéndose a la región en busca de alcanzar sus sueños, intentando encontrar, primero, suficiente oro para fincarlos.
Sin embargo, el oro no fue la única motivación para quienes acudieron en masa a la California del llamado Oeste Salvaje. Muchos, como en el caso de Rumson, buscaban encontrarse a sí mismos, y con ello encontrar una tranquilidad perdida por razones diversas.
Con un escenario multicolor y cambiante, para enfatizar la ambientación apropiada para cada segmento, los espectadores pudimos seguir la evolución histórica del pueblo, que alcanza un momento de desarrollo que llena de optimismo a sus habitantes, hasta el punto en el que todo se complica y sólo unos cuantos, de nueva cuenta liderados por Rumson, el personaje y Cuccioli, el actor.
Pero la historia presentada no es lineal. Y la presentación de los conflictos raciales, culturales, de clase social, y de género, son también abordados de forma dinámica, inteligente y provocativa. Justin Gregory López nos presente a un convincente Armando, quien es ese mexicano que queda sin tierra, sin país y sin identidad al ser California incorporada a los Estados Unidos. Armando no sólo enfrenta la falta de reconocimiento como ciudadano de este nuevo país, sino también el rechazo de los recién llegados, blancos todos ellos, que lo clasifican diferente a ellos, y más semejante a los inmigrantes chinos o a los migrantes afroamericanos, esclavos y ex – esclavos que coinciden en las nuevas tierras.
Pinta tu Carreta es un recuento de un proceso de sobrevivencia, en el que no vemos a los cowboys en su típica investidura casi heroica, y si a esos individuos que enfrentan la incertidumbre de formas diferentes. Desde quienes buscan mantener un status quo que suponían universal, pero que se diluye ante la falta de claridad en las reglas de juego en el proceso de colonización de las tierras del pacífico.
El elenco de la obra se conjuga maravillosamente para dar fluidez a los breves segmentos que nos ofrecen las historias individuales que se presentan a lo largo de la misma, con extraordinarias interpretaciones de las obras musicales en cada caso. Así, vemos a un grupo de inmigrantes chinos conformado por individuos con expectativas diferentes. Vemos también al joven ambicioso, jugador y pendenciero, que intenta abusar de los inmigrantes, y en particular de Billy, pero que termina sumándose al renacimiento del pueblo, en medio de la nada, que ha sido rebautizado como New Hope.
Un excelente ejercicio de teatro musical que no debes perderte, y que para verlo, debes eliminar la información que pudieses tener de una cinta en la que participara Clint Eastwood, en 1969, y que cuenta la misma historia con una perspectiva muy diferente. La que se presenta en el Ordway, ha sido brillantemente adaptada para hablar abierta y artísticamente de problemas que aún hoy persisten. La obra se presentará hasta el 21 de agosto, dando inicio a la temporada 2016-17 del Ordway. No te la pierdas.
